Alumnas de Tamazunchale representarán a México en Luxemburgo y Colombia
SAN LUIS POTOSÍ, SLP., 15 de mayo de 2019.- Este 15 de mayo se celebra el Día del Maestro, el cual conmemora a las personas que se dedican a que niñas, niños, jóvenes y también adultos, aprendan y apliquen sus conocimientos en su vida diaria y profesional.
El profesor Alejandro Contreras Obregón, inició sus servicios la educación básica en septiembre de 1978; su gusto por enseñar vino después de contar con excelentes docentes cuando estuvo en la secundaria y fueron quienes lo inspiraron a entrar a la Escuela Normal del Estado.
Durante sus 40 años de trayectoria, le ha dado la satisfacción estar con los niños, en lo particular trabajar con los jóvenes, “el hecho de enseñar es un acto de amor, donde uno tiene que prepararse, actualizarse y estar siempre dispuesto para lo que necesite la gente”.
Se ha desempeñado como maestro de educación primaria y secundaria, y en la escuela normal; además de que ha trabajo en el medio rural y urbano, de los cuales observó algunas diferencias a lo largo de los años.
Cuando comenzó a trabajar en escuelas rurales, se carecía de caminos, luz y medios de comunicación, aunque los maestros eran aceptados de buena gana. En la actualidad, señaló que ya existen red de caminos para llegar, sin embargo, existe un cierto distanciamiento con los docentes, pero no por ello se ha dejado de trabajar a gusto.
A comparación con las escuelas urbanas, comentó que los padres de familia se han vuelto más demandantes, además de que la televisión y otras tecnologías, como los celulares y tabletas han provocado que los niños tengan otra visión, “solo les gusta usarlo como diversión y el papá confía poco en el maestro, en vez de acercarse para solucionar un problema”.
El papel del docente también ha cambiado con el paso de los años, debido a que ha dejado de ser el centro del salón de clases para convertirse en un coordinador de actividades, donde los niños pueden “investigar y el maestro va a coordinar el esfuerzo de todos, es un monitor, un andamio que les ayuda a que lleguen a los aprendizajes que esperamos. Ya no es aquel maestro que nada más él decía y habla”.
En cuanto a las nuevas generaciones de alumnos, comentó que estos nacen con un “chip diferente”, ya que estos se han apropiado de las nuevas tecnologías de la información, que se han vuelto imprescindibles, “todo lo investigan, hoy les haces una pregunta y ellos inmediatamente sacan su teléfono e investigan el tema que uno les dice”.
Señaló que el sistema educativo se encuentra fatigado, debido a los cambios sexenales y las modificaciones que se realizan a los programas, “se necesitan fortalecer las escuelas formadoras de maestros, hacer planes y programas a largo plazo que permita hacer cambios; voltear a ver a las regiones de los estados, se necesitan programas interdisciplinarios y darle a cada región lo que necesite (…) acercar la tecnología a todos los medios”.
El maestro Contreras Obregón, indicó que las y los nuevos docentes salen de las escuelas normales “muy preparados”, aunque les ha hecho falta que les “pongan la semilla que ellos iban a irse a trabajar donde les tocara porque no hay lugar para todos los maestros en las ciudades; el campo necesita de maestros comprometidos”.
Considera que siempre existirán maestros a pesar de que está de moda la educación virtual, ya que “no es lo mismo conocer la Torre Eiffel, darle una vuelta de 360° en el internet a que esté en la Torre Eiffel; siempre será necesario un dialogo entre alumno y maestro”.
Los maestros más jóvenes
Por otra parte, Alejandra Ibarra Flores, es docente de secundaria y preparatoria desde hace cinco años. Su amor por la profesión se dio cuando su padre, quien era director de primaria, la llevaba de manera continua a su escuela, “yo decía que mi sueño era llegar a ser directora en esa escuela”, aunque durante su paso por la normal se decidió por la educación secundaria.
La maestra Ibarra Flores se desempeña en tres escuelas, cada una tan diferente de la otra, con contextos y retos particulares; en una de sus preparatorias, es un reto enseñar a los jóvenes debido al conocimiento, el uso de las tecnologías de información y mantenerse actualizada, “te argumentan, te contradicen, te preguntan y analizan; creo que ellos a su edad, hacen más de lo que yo podría llegar a haber hecho”.
La otra preparatoria la califica como “más real a nuestra sociedad”, en el que sus retos como maestra tienen que ver con controlar al grupo y ayudarlos a resolver problemas en su personalidad, “o simplemente escucharlos, que te digan que se tiene que salir de la escuela porque sus papás ya no los pueden ayudar o no tienen para pagar la prepa”.
Mientras que, en la secundaria, al trabajar en una escuela de la periferia, también representa un cambio, “la mayoría de los alumnos viven con un papá, con un padrastro o una madrastra, que se dedican todo el tiempo a trabajar y no están al pendiente de las necesidades de sus hijos y esto complica las cosas, no solo en conducta, sino también en conocimientos, llegan a faltar una semana”.
También se desempeñó en el área rural, y observó que cuenta con la infraestructura e incluso llegan a ser mejor a escuelas de la periferia de la capital, pero hace falta la cobertura de cierta manera, “no puede haber tantas escuelas rurales porque hay zonas donde no hay tanto niños, la migración a traído consigo eso”.
Y aunque los maestros se encuentran preparados, se juega con un factor en contra debido a tener que trasladarse, “muchos de mis compañeros de la normal que trabajan en telesecundaria, han tenido por lo menos un accidente en carro”.
Ella observa a maestros dispuestos a evaluarse, pero, así como se les indica en qué se debe de mejorar se les debe dar la oportunidad de mejorar y no quitarles su sustento, “[los maestros] requieren una capacitación continua de calidad y que eso se vea remunerado en tu sueldo”
También deben de contar con un mayor apoyo de la sociedad y los padres de familia, pues “no todo está en las aulas. Es triste decir que a lo mejor eso cincuenta minutos son más de lo que sus papás pasan con ellos todo el día. Ahí radica el porqué de la educación, si podemos ir hacia delante o ir hacia atrás”.
Visualiza el futuro de la educación de México en buen camino, pero considera que aún existen muchas cosas que cambiar.