Entre amenazas y tensiones eligen a Alcaldesa interina de Tancanhuitz
SAN LUIS POTOSÍ, SLP., 15 de enero de 2019.- Inocencio comenzó a trabajar a sus 15 años como operador de transporte público, por ser el mayor de sus hermanos, tuvo que ayudar con los gastos en su casa y apoyar a los demás integrantes de su familia.
Su jornada laboral comienza a las 5:00 horas y termina casi a la media noche. Descansa unas cuatro horas, lo que afecta su rendimiento como operador y su bolsillo, pues si por la mañana se queda dormido, le descuentan de su salario.
Cuenta que si la primera salida le toca a las seis de la mañana y llega apenas 10 minutos tarde “me cobran 100 pesos que, supuestamente, por dormida”.
Sus turnos son largos porque en la línea en la que trabaja no cuenta con suficientes operadores, pues muchos deciden irse a trabajar a las unidades de transporte de personal a la zona industrial.
“Allá esta mas descansado, ahí sí tienen prestaciones, tienen su seguro (…) ganan más o menos de dos 500, dos 800 (pesos) y aquí lo que nos salen a nosotros es una semana es de 2 mil 500, 2 mil pesos”.
Cuando llegan a tener percances les cobran un deducible de 3 mil 500 pesos. “Hace como un mes le di un golpecillo a un carro, le tumbé el puro espejo. De un total de 6 mil pesos, 6 mil 500 pesos, a mi cobran 4 mil y feria”.
No cuentan con ningún tipo de prestaciones “nada más lo que uno se gana. Ganamos un promedio de 300, 400 pesos al día; aquí mi patrón nos da 100 pesos extra (…), pero aún así no…”.
Relató que los operadores han exigido el seguro social a los permisionarios, sin embargo, “nos dan de alta un mes y nos dan de baja dos meses. Ese es el motivo por el cual no ejercemos puntos de Infonavit”.
Inocencio comentó que trató de ver las posibilidades de obtener una casa, pero al tener tan pocos puntos, no le fue posible. “Eso de que ponen en los camiones, los anuncios de (contratación de operadores) con prestaciones y buen lugar de trabajo… no es así. Aquí la cosa se vive de otra manera”.
Comentó que fueron otorgadas 20 concesiones a operadores que tuvieran una antigüedad de alrededor de 20 años, pero al ser divididas las líneas de Siglo XXI y Guadalupe, fueron repartidas entre trabajadores de ambas.
En su día a día encuentran de todo, tanto de usuarios como automovilistas; estos últimos pueden ser muy inteligentes para conducir, mientras otros apenas van aprendiendo.
A los usuarios suele ofrecerles un saludo de “buenos días, buenas tardes; ora si que dicen que en la forma de pedir esta el dar». Aquí el que se presiona solo se esta echando la soga al cuello, porque aquí, este trabajo, es para tener mucha paciencia”.
Inocencio comentó que el suele quitarse la presión, pues al observar como otros compañeros se estresan pueden ocurrir “detallitos, de que hay veces que no se fija uno, da uno el arrancón y todavía no baja la persona (…) a veces uno sí se lamenta, pero le pasa a uno esas cosas por el mismo cansancio, los desvelos”.
Por ello, él prefiere tomarse su tiempo, estar tranquilo y no presionarse por llegar al final de su ruta, pues sabe que puede haber consecuencias negativas, tanto para él, los usuarios y automovilistas.
Reconoció que ellos, como operadores, necesitan del usuario, pues de este “vive mi familia, mi patrón, todos. Es un circulo del cual tenemos necesidad”.Él no olvida darle las gracias “a su padre Dios” ya sea cada que empieza o termina su jornada laboral.
Por otra parte, relató que sus hijos, al verlo como operador, en un momento también quisieron trabajar en lo mismo, pero él les contestaba: “No mijo, yo ando aquí porque mi familia, mis primos, mis tíos son permisionarios y tienen camiones. Yo anduve con ellos desde muy chiquillo (…) no mijo, mejor estudie y busque una carrerita”.
Su hijo mayor se graduó de ingeniero industrial y ahora cuenta con dos vehículos que utiliza para prestar el servicio de Uber, “cosa que me da pendiente porque traen problemas”. El más pequeño terminó el bachillerato y trabaja con su hermano.
A sus 53 años, Inocencio espera retirarse como operador dentro de siete meses para comenzar a trabajar, impulsado por su hijo, como conductor de Uber, pues le pueden ofrecer mayor tranquilidad, laborar a sus horas y sacar lo necesario para mantenerse al día.