
Las pugnas arancelarias y el efecto Trump
Cómo no recordar en San Luis Potosí aquellos divertidos lugares donde ir a bailar y socializar con los amigos o conocidos era una actividad de fin de semana que nos mantenía unidos al no existir redes sociales, los momentos de reunión al ritmo de los mejores DJs de moda era lo máximo.
Teníamos una ciudad dónde deambular en la noche y la madrugada era un acontecer social. Hagamos una remembranza viajando hacia 1994, asistir a Dulcinea Discoteque era tener influencia social o nivel socio económico para que el cadenero y el RP del lugar te pudieran brindar acceso, las niñas más bonitas de nuestra pequeña ciudad se daban cita y era un acontecer de baile, pláticas, y generar amigos, ya que al ingresar todos eran lo mismo, una especie de Studio 54 potosino, aunque entre semana ya no se volvieran a ver por los diferencias de estatus sociales, pero regresaba el fin de semana y la convivencia resurgía con los temas más novedosos de la industria discográfica y los videos actuales; que tu nombre fuera proyectado en su pantalla para felicitarte era un sinónimo de caché social, fabulosa discoteca dónde tuvimos la fortuna de trabajar nuestro primer evento de lo que actualmente conforma nuestra vida profesional a nivel mundial en la organización de eventos y producciones.
Con una ciudad que crecía y demandaba más espacios de diversión, cómo no recordar aquellas grandes discotecas que en su momento llegaron a ser de gran popularidad en el centro de México, sin lugar a duda fueron Arusha y Oasis, donde una clase social ya marcaba su territorio, la clase alta viernes de Arusha y sábados de Oasis, y a la inversa la clase media de la ciudad; una muy nutrida vida social nocturna, que te generaba esa adrenalina de buscar a la chica de tus sueños e invitarla a bailar, y ya con el cansancio compartían unas bebidas de coctelería y si llegaban juntos al cierre de pista con temas de baladas, era ya la culminación de una pareja más que aparecía en las secciones de sociales a través de la lente de nuestro gran amigo Eugenio “Cabecitas” del Sol de San Luis, o muy fresa en el periódico Pulso, con Juan Antonio García.
Pero cómo perderte los primeros conciertos de Rock mexicano que pudimos vivir en el Chanok. Momentos inolvidables de un San Luis que te permitía vivir sin peligros, salías de la discoteca y ya estaba el <after>, ya sea el departamento del amigo estudiante foráneo que vivía solo, o de plano buscar acceso en el “Cachos”, donde las clases sociales ya pasaban a la historia, era pueblo con el pueblo, y la adrenalina era ir a tocar la ventanita de las Flores Negras para adquirir un six de cerveza clandestino.
La infraestructura de Arusha fue reconocida a nivel nacional, su música muy actualizada, y un estilo de sus DJS muy marcado. Oasis Discoteque llegó a proyectar uno de los rayos láser más grande de México, incluso reconocido a nivel Latinoamérica, en sus inicios recibió a grandes artistas, actualmente el hotel conserva fotos de esos grandes conciertos.
Poco a poco la ciudad generaba más actividad y llegan las franquicias internacionales, y surge el fenómeno Freedom, restaurante bar que quizás no tenía pista para bailar, pero sus animadores te contagiaban con sus rutinas de baile, y era la locura total, todos bailando en su lugar, cantando e imitando los pasos de las canciones que fueron el sello distintivo de la época.
Gran época que recordar de la cual tuvimos la fortuna de crear eventos que hoy en día considero como una escuela que nos permitió generar la fórmula para crear una experiencia profesional que hoy en día ya es considerada una carrera profesional en algunos países de Sudamérica y Europa. El Metro, El Roqqo, Museum, Popol Vuh, Coliseum, La Ventana, Arabaund, y muchos lugares que forman parte de la memoria de la generación X Potosina.
Actualmente esos lugares ya no existen, los empresarios transformaron la industria de las discotecas en antros, ahora lugares que generan muchas ganancias, pero se limitan a ser únicamente centros de consumo de alcohol con música de ambiente en vivo que ya no impresionan a un adulto, pero asombra a los millennials, se perdió esa adrenalina de conquistar a la chica o al chico de tus sueños, el poder compartir tus mejores pasos y la camaradería social que era magia digna de recordar y platicarla.
¿Con cuál época te quedas, regresará la moda del baile, regresarán los valores sociales?
Solo el tiempo y la cultura social definirán el futuro próximo de la vida nocturna de nuestros hijos en San Luis Potosí. Extraño las tardeadas de la disco para mis hijos.