Clausuran predio insalubre que operaba en Fracción Rivera
RIOVERDE, SLP., 02 de julio 2021.- El Ayuntamiento de Rioverde develó una pintura del artista Manuel Fuentes, con la que se quiso darle valor en la historia a tres personajes que participaron en la fundación de este municipio, con mayor o igual importancia que Fray Juan Bautista de Mollinedo, quien por años se llevó todo el crédito.
“Este mural es un homenaje a la colectividad que le dio origen al actual Rioverde”, dijo el artista visual Manuel Fuentes durante la noche de develación este primero julio en el salón de Cabildo, sitio donde permanecerá a la vista de todos, una pintura con cuatro personajes: el indígena Conin, Gabriel Ortiz, Fray Juan de Cárdenas y Fray Juan Bautista de Mollinedo.
En 1530 fue comisionado un indígena llamado Conin, bautizado con el nombre de Hernando de Tapia, para que reuniera a un grupo de chichimecas y otro de otomíes ya pacificados, en las cercanías de La Cañada, allí batió a los indómitos indígenas. En ése lugar más tarde se fundaría Querétaro.
Conin abrió una ruta desde Michoacán pasando por el hoy estado de Guanajuato hasta llegar al valle de río Verde por donde entrarían más tarde los fundadores. Con lo anterior, es probable que Conin haya sido el descubridor del valle del río Verde.
Hacia 1606 Gabriel Ortiz de Fuenmayor dotó a los naturales de Rioverde con tres leguas de tierra a cada viento, por lo que se le considera el fundador civil.
Un año más tarde llegó a estas tierras fray Juan de Cárdenas, buscando lugar donde pudiera establecerse la misión, para lo cual, construyeron una iglesia de bahareque, teniendo como punto de referencia el Ojo de Agua donde finalmente se llevó a cabo la Fundación del pueblo de Rioverde
Por su parte, Fray Juan de Cárdenas fue el primero que organizó a los naturales para asentar una Misión en Rioverde en 1607. Las primeras iglesias que se construyeron eran de bahareque. Edificó el convento y redujo a la fe y a la vida social a los indios, congregándolos para evangelizarlos y culturizarlos.
Cuando volvió diez años después, acompañando a Juan Bautista de Mollinedo, encontró la mayoría de los jacales en pie; fungió como secretario del propio Mollinedo, cuando finalmente se dio la fundación de Rioverde.