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SAN LUIS POTOSÍ, SLP., 4 de julio 2020.- La contingencia sanitaria causó estragos económicos para la mayoría de los sectores de la ciudadanía, pero para otros, como el crimen organizado, fue sin duda fue una ventana de oportunidad, según el catedrático de la Facultad de Derecho de la Universidad Autónoma de San Luis Potosí (UASLP), Francisco Javier Salazar Soni.
El experto en seguridad pública y privada dijo que estas agrupaciones son como empresas que trabajan tomando en cuenta el costo-beneficio y ante el cierre de establecimientos que utilizaban para distribución de droga por la campaña #QuédateEnCasa, se vieron en la necesidad de diversificarse y de adaptarse a nuevos puntos de venta.
Esto trajo consigo enfrentamientos con organizaciones locales, además de abarcar otro tipo de delitos como robo a transportes -de productos que están en demanda- y también idearon el servicio a domicilio para acercar la droga a sus clientes.
«La delincuencia organizada ha sido muy proactiva ante las circunstancias de esta pandemia y de aquí a que termine el segundo semestre del año, va a sufrir un impacto en sus finanzas, por eso van a crear mercados emergentes como el robo de mercancías en transporte ligero en carreteras federales y estatales que tienen que ver con medicamentos, alimentos y utensilios médicos. Hace poco robaron camiones con cubrebocas”, indicó.
Por su parte, el narcomenudeo va a tener un repunte significativo porque las tiendas que usaban como puntos de distribución estaban cerradas y se crearon unos nuevos.
“Esto ocasionó que llegaran a puntos que son ocupados por otras organizaciones locales y más pequeñas, lo que genera enfrentamientos por el control de zonas y mercados emergentes; también creció el narcomenudeo con la entrega a domicilio».
DELITOS EMERGENTES
Salazar Soni indicó que así como los alumnos echaron mano de la tecnología para recibir clases, o los trabajadores pasaron a laborar desde su casa, los delincuentes incrementaron su actividad mediante la tecnología llevando a cabo secuestros virtuales o extorsiones telefónicas.
Además, la piratería es un robo que comenzaron a explotar en mayor medida y su juicio, las autoridades fueron pasivas a estas acciones ilícitas, en parte porque sus ocupaciones se desviaron a temas de salud.
«El robo con violencia a peatón y sobre todo a cuentahabientes se está generando en algunas zonas, sobre todo en los cajeros; el robo de autopartes es un mercado emergente, así como el contrabando de ropa o piratería. También, con el cierre de fronteras se incrementó el tráfico de mercancía robada de los camiones en las carreteras”, indicó Salazar.
Al mismo tiempo, “la violencia no disminuyó con la pandemia, no tenía por qué ser así, son dos cuestiones que van en paralelo, no se juntan nunca y tampoco hubo una respuesta proactiva de las autoridades federales, estatales o municipales, debido a que fueron redireccionadas sus funciones originales para atender la pandemia como en filtros sanitarios, atender hospitales y una serie de cuestiones diferentes y eso abonó al incremento delictivo», reflexionó.
CON LA POLICÍA, NO
El catedrático universitario indicó que aun con la pasividad y el relajamiento de parte de las corporaciones y del propio gabinete de gobierno, ve positiva la reacción que tuvo la Policía de Investigación recientemente al enfrentarse a los delincuentes y aprehender a los responsables del homicidio de uno de sus compañeros.
«La misma pandemia da una sensación de relajación y al estar todo el aparato burocrático municipal, estatal e inclusive federal parado, abre las puertas a que se puedan hacer algunas cosas, lo interesante es que hay una reacción por parte de la Policía de Investigación que está deteniendo a presuntos ejecutores de policías y me parece que es una buena señal; es decir, se deja en claro que si en San Luis te metes con un policía, habrá una reacción total y coordinada de las autoridades para tratar de detenerlos».
VULCANIZADORAS Y DROGAS
Hace algunas semanas en el estado se presentó un ataque armado en una vulcanizadora que cobró la vida de una persona, por redes sociales corrió la versión de que se trataba de un cartel colombiano, algo que desmintió el experto en seguridad pública y privada.
Además de informar que estos negocios de reparación de neumáticos sirven como puntos importantes de venta de droga, indicó que San Luis Potosí no es una ciudad atractiva para que opere la delincuencia de Sudamérica.
«Las vulcanizadoras a nivel nacional, no todas, pero sí gran parte, son puntos de venta de droga, no tengo datos de que operen bandas colombianas en San Luis Potosí, es una ciudad de poco circulante, no es pudiente en materia de comercio, aquí solamente en las quincenas es cuando hay gente en los restaurantes, somos una ciudad de estudiantes y los jóvenes no tienen dinero”, consideró.
Por eso los colombianos mejor operan en Nuevo León, Jalisco y sobre todo en la Ciudad de México, sobre todo en el robo a casa habitación que es a lo que se dedican en zonas residenciales.
Salazar reforzó la premisa de que la contingencia sanitaria fue una gran oportunidad para el crimen organizado que trabaja como una empresa y diversifica sus actividades, ganando terreno a las corporaciones de seguridad.
Dijo además que ahora que las Fuerzas Armadas y el Ejército Mexicano pueden intervenir en seguridad pública deben ser proactivos y atacar de frente a la delincuencia.
“Lo interesante es saber que harán las autoridades, ya con las reformas aprobadas, ya no hay pretextos, falta que den resultados, tiene que ser proactivos no pueden esperar a reaccionar, hacer campañas de prevención y no quedarse con que son hechos aislados o son personas que vienen de fuera”, concluyó.
DELINCUENCIA USURERA
Francisco Salazar Soni indicó que una ventana que se abrió para la delincuencia durante la pandemia de Covid 19, fue sin duda aprovecharse de la condición económica de las personas. Específicamente las organizaciones colombianas que prestan dinero con muchas facilidades pero con un alto costo que puede implicar hasta la vida.
«Tuve oportunidad de conocer de cerca cómo funcionan estos colombianos en Guanajuato, tenían mucha presencia en Irapuato, León y la capital, a través de lo que ellos llamaban ‘el telar de sueños’ que derivó en los ahora conocidos préstamos ‘gota a gota, que van desde dos mil hasta 60 mil pesos en menos de dos horas, sin aval y ningún tipo de garantía; únicamente piden que tengas un negocio formal o informal, una copia del INE, pero los intereses son muy altos y a veces llegan hasta el 50 por ciento.
“Esta función piramidal con función de usureros, permite que los colombianos recauden 100 mil pesos semanales al menos en Guanajuato, es un gran negocio y muy redituable y ante la desesperanza de mucha gente de no tener dinero constante, puede verse tentada a este tipo de situaciones».
Salazar apuntó que “las bandas de colombianos tienen la función de usureros y es una forma de lavado de dinero del narcotráfico porque disponen de cantidades en efectivo muy importantes que están entregando y a la gente que entra en estos esquemas, después se le hace imposible pagar los préstamos y sufre de agresiones, violencia, secuestros y homicidio, o entregan su local para que después sean revendidos. Los individuos operan en donde circula dinero, donde el Producto Interno Bruto de la gente es alto y accesible, pero en San Luis no tengo datos al respecto».