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SAN LUIS POTOSÍ, SLP., 13 de marzo de 2019.- Con la reciente publicación del Plan Emergente para Garantizar la Integridad, la Seguridad y la Vida de las Mujeres y las Niñas en México, Fátima Alvizo del colectivo La Castilla Combativa, comentó que se necesita contextualizar a los estados, pues en muchos de ellos se tiene activada la Alerta de Violencia de Género o la han solicitado.
Agregó que también se tienen que tomar en cuenta los recortes presupuestales que ha implementado el gobierno federal a la sociedad civil, en el que muchas de las feministas trabajan en los refugios para mujeres protegidas, una medida que a su parecer “no haya sido una política prioritaria en los primeros 100 días de gobierno. Más bien creo que se proyecta al público a partir de las movilizaciones del ocho de marzo y el llamamiento de distintos grupos feministas para posicionarse respecto al tema”.
Por otra parte, Alvizo señaló que este nuevo Plan Emergente tiene puntos rescatables como el ejercicio de una política interinstitucional con perspectiva de género y desde un enfoque de derechos humanos.
Sin embargo, en consideración de la activista hay cuestiones que faltan por trabajar, como la instalación de un código penal único, “se ha discutido desde la época de la reforma al sistema penal acusatorio. Hay riesgos que no plantean pensando que el código penal único, justo no ha avanzado en sus negociaciones ante el congreso federal y los congresos locales, puesto que hay cosas difíciles de negociar, por ejemplo, el aborto”.
Agregó, “es difícil que un código penal único, con una mirada progresista de derechos humanos de las mujeres, trascienda esa perspectiva. No se está pensando como que no exista ya lineamientos a seguir; México es un activo firmante de la política internacional en materia de los derechos humanos de las mujeres y ya hay compromisos suscritos con instancias que señalan el camino progresivo. En estos términos estamos a tiempo de seguir las recomendaciones del comité de la CEDAW” (Convención sobre la Eliminación de Todas las Formas de Discriminación contra la Mujer por sus siglas en inglés).
Aunque señaló que este plan es un buen ejercicio para el trance de una política interinstitucional en el que se deje de pensar que el trabajo relacionado con la atención a las mujeres incumbe únicamente a los institutos las mujeres o igualdad de algunas entidades, “sino que es una labor que les corresponde a todos los niveles gubernamentales, a todas las instancias que integran los tres poderes. Me parece que es un buen paso, un plan emergente, pero creo que no han considerado las distintas directrices de los derechos humanos de las mujeres a nivel internacional ni los llamamientos de la sociedad organizada”.