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RIOVERDE, SLP., 16 de julio de 2021.- Poeta, trovador, músico y crítico social, Don Guillermo Velázquez es hoy en día el máximo ícono y exponente del huapango, el son y la trova arribeña quien acaba de celebrar sus 73 años de edad.
Nacido por casualidad en la Ciudad de México en 1948, su cuna es y siempre será el municipio de Xichú en el estado de Guanajuato, rincón de la patria que guarda coincidencias culturales y musicales con la zona Media de San Luis Potosí.
El pasado 13 de julio, don Guillermo Velázquez cumplió 73 años de vida y más de 40 como trovador del contexto social que vive México, de ser la voz de la gente de campo, de aquellos que acuden a sus presentaciones lo mismo en fiestas tradicionales de pueblos, en ferias, en topadas o en festivales internacionales por América Latina o Europa.
“Esta tradición no está sola pues tiene vínculos con la poesía y música latinoamericana que perdurará mucho más allá que las modas comerciales que Julión, que Espinoza, que el Komander, que son música basura”, sentenció.
Don Guillermo Velázquez centra más del 50 por ciento de sus actuaciones en humildes escenarios y tarimas de madera en los pueblos de San Luis Potosí, específicamente en Rioverde y Ciudad Fernández.
El poeta guanajuatense considera a Rioverde la cuna histórica de la tradición y cuanta como en los años 70’s y 80’s tanto la poseía y la música tenían como enclave Rioverde con sus poetas Antonio García, Antonio Escalante, Agapito Briones, Miguel González y Pedro Sauceda.
Más tarde vinieron los poetas de Cerritos como José Ceballos y José Rodríguez y ahora es Xichú uno de los polos de florecimiento, pero la cuna histórica es Rioverde.
Don Guillermo Velázquez con motivo de su cumpleaños compartió:
En este pandémico cumpleaños mío quiero ser cosquillita para el alma, no espina en el corazón.
LOTERÍA DE ANIMALITOS Y VACUNA DEL COVID
Ya llegué, ya estoy aquí
la salud que viva y viva
aunque casi me morí
y por poco me les iba,
del COVID me defendí
como GATO bocarriba.
Los que ya se vacunaron
hablan de fiebre y dolor
algunos se desguanzaron
o cayeron en sopor
y a mí se me alborotaron
las hormonas del amor.
Yo no sufrí ni de agrura
después de ser vacunado
lo que siento es sabrosura,
ando altivo y esponjado
y con una calentura
de CÓCONO apasionado.
Si antes era un GALLO casto
ajeno a las medicinas,
ya vacunado hago el gasto
con las mías y las vecinas
y ya no me doy abasto
pisando tántas gallinas.
Aunque me vean, digo yo,
tan viejito y tan chupado
algo se me alebrestó
ahora que estoy vacunado;
hace mucho que ya no
me sentía tan ENVACADO.
Le digo claro y en firme
a la que escucharme quiera:
después de casi morirme
vacunado no hubo espera;
rápido he vuelto a sentirme
como BURRO en primavera.
¡A VACUNARNOS TOD@s!