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SAN LUIS POTOSÍ, SLP., 24 de febrero de 2020.- Son las 12:30 del día, don Pedro y su esposa Petra se encuentran formados afuera del comedor para pobres San Antonio, aquí vienen para comer pues se encuentran en situación de pobreza alimentaria. Es un matrimonio de personas adultas mayores que se dedica a la recolección de cartón, aluminio y otros materiales reciclables para obtener ingresos, su único hijo murió. Con paciencia, esperan a que abran las puertas y los dejen pasar, ellos asisten los días lunes, miércoles y viernes, pero a veces también el martes y jueves para poder comer.
Esta pareja de potosinos forma parte de las 27 millones de personas que viven en pobreza alimentaria en México y que de no ser por la ayuda que este comedor comunitario les brinda, pasarían a formar parte de la estadística nacional de quienes están en situación de desnutrición, calculada en 12.5 por ciento.
En el estado potosino existen aproximadamente 234 mil personas en situación de pobreza alimentaria y para paliarla, hay 442 espacios que brindan asistencia alimentaria, algunos de ellos de forma gratuita como el caso del comedor para pobres San Antonio atendido por la Iglesia católica y ubicado en la calle de Galeana.
Eduardo Teisser Velasco, encargado del comedor, informó que actualmente se atiende entre 100 y 120 personas en este lugar, en su mayoría personas de la tercera edad, aunque también acuden jóvenes y algunos niños cuyas familias no tienen suficientes recursos.
“Nosotros les proporcionamos gratuitamente la comida los días lunes, miércoles y jueves; además, en el asilo les proporcionamos un lonche los días martes y jueves”, indicó Teisser Velasco.
Este comedor, apuntó, se sostiene del apoyo de donatarios y de la propia iglesia desde hace 33 años.
El Banco Mundial considera pobres a las personas que viven con menos de dos dólares al día (alrededor de 37 pesos), y pobres extremos si lo hacen con 1.25 dólares (23 pesos).
Por su parte, para el Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval), una persona se encuentra en situación de pobreza moderada cuando tiene al menos una carencia social (en los seis indicadores: rezago educativo, acceso a servicios de salud, acceso a la seguridad social, calidad y espacios de la vivienda, servicios básicos en la vivienda y acceso a la alimentación) y su ingreso es insuficiente para adquirir los bienes y servicios que requiere para satisfacer sus necesidades alimentarias y no alimentarias.
Crispim Moreira, representante de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) en México, consideró que la lucha contra el hambre y todas las formas de malnutrición debe estar siempre en el más alto nivel de las agendas políticas y legislativas, para establecer marcos institucionales eficaces, capaces de garantizar el cumplimiento del derecho a la alimentación.
Señaló que de acuerdo a datos del Coneval, el país existen 25.5 millones de personas que no tienen acceso a la alimentación, mientras que el indicador de la FAO es menos preciso porque se basa en la toma de indicadores macroeconómicos y marca una cifra de 4.7 millones de personas.
EL BAALI
La señora Leticia de León llegó hasta el Banco de Alimentos acompañada por su nieto, a quien transporta en una carriola. Cuenta el dinero para adquirir una despensa económica, pues lo que gana no le alcanza: paga renta y tiene otros gastos con su exiguo salario de mil 100 pesos a la semana en una fábrica de la Zona Industrial.
“Me ayuda mucho el Banco de Alimentos, lo que gano no me alcanza, de aquí también llevo leche para el niño”, comentó a Quadratín SLP.
Y es que el Banco de Alimentos (Baali) en San Luis Potosí es una alternativa para las personas que no pueden acceder a la canasta básica por falta de empleo, bajo ingreso o nulo..
En este lugar, sin embargo, acceden a los paquetes con un monto de 70 pesos, mientras que en un mercado su equivalente puede llegar a valer 500 pesos.
Juan Carlos Wehr Rodríguez, director del Baali desde hace 20 años, informó que el padrón de beneficiarios es de 61 mil personas en 21 municipios del estado potosino. Los alimentos son donados por las tiendas de autoservicio, panaderías, locatarios del mercado, así como productores agrícolas e invernaderos.
“La condición es que las personas padezcan una situación de pobreza alimentaria, lo cual se sabe luego de hacer un estudio socioeconómico”, indicó. El director agregó que con el costo de recuperación se dignifica a los beneficiarios, porque “no lo sienten como una limosna”.
Aquí se entregan dos mil 500 despensas diarias, y a quienes llegan por primera vez, son gratuitas porque así lo decidió el Consejo de Administración, a fin de evitar el burocratismo del estudio socioeconómico que se realiza en una segunda etapa.
No solo los potosinos acceden a la alimentación del Baali, también los migrantes.
Según el estimado del Coneval, en el estado de San Luis Potosí hay alrededor de 630 mil personas que no comen bien, es decir, uno de cada cuatro potosinos.
“Hay mucha pobreza urbana y lo sabemos porque andamos en campo y la demanda está en aumento, aunque los recortes del Gobierno Federal nos afectaron, porque ejecutábamos varios programas con recursos provenientes de ahí”, señaló Wehr Rodríguez.
Santo Domingo, Vanegas, Villa de la Paz, Guadalcázar y Santa Catarina, son algunos de los municipios que registran más población en condición de pobreza alimentaria.
SAN MIGUEL ARCÁNGEL
También existe el comedor comunitario Independiente San Miguel Arcángel que se ubica en la avenida Constitución número 725 en el barrio de San Sebastián de la capital potosina .
Para atenuar la situación, el Sistema Estatal para el Desarrollo Integral de la Familia (SEDIF) cuenta con 31 comedores comunitarios que en promedio atiende a 80 personas al día en Aquismón, Axtla de Terrazas, Ciudad Valles, Coxcatlán, Ébano, Guadalcázar, San Luis Potosí, Santa Catarina, Tamasopo, Tamazunchale, Tamuín, Tanlajás, Villa de Guadalupe y Villa de Ramos.
Los programas de asistencia alimentaria que se implementan en todo el territorio potosino benefician a 233 mil 747 personas de diferentes edades, mediante las acciones que lleva a cabo el SEDIF en los espacios alimentarios de las escuelas de tiempo completo e indígenas.
De igual forma, siguen incrementándose los espacios alimentarios, en donde población escolar y abierta acude a consumir alimentos nutritivos y saludables. Ahora son ya 442, entre comedores comunitarios y desayunadores escolares.
COMER ES CARO
El incremento en el costo de los productos de la canasta básica ocasiona que el número de personas en pobreza alimentaria se incremente. En enero fue de dos mil 780 pesos equivalentes a 22.36 días de salario mínimo que es de 123.22 pesos diarios.
Otras personas deben recurrir a la caridad pública como don Jacinto, quien pide limosna en la avenida Venustiano Carranza, debido a que no recibe alguna pensión y tampoco tiene familia que pueda mantenerlo.
HUASTECA Y ALTIPLANO
Para el diputado por el Partido Acción Nacional (PAN), Rolando Hervert Lara, la pobreza extrema y alimentaria se encuentra en la zonas huasteca y altiplano.
Consideró que “las acciones no han sido suficientes porque las autoridades ejecutivas se han abocado a concentrar la riqueza en la capital y dejaron de lado a los pobladores de otras zonas del estado”.