
Atrae diversidad turística y cultural de SLP a 2 millones de visitantes
CIUDAD VALLES, SLP., 4 de abril del 2019.- Han transcurrido nueve largos años desde la desaparición de Óscar Omar Santos Solís en Ciudad Valles y a pesar de ello, su papá Ignacio Santos López continúa buscándolo como si fuera el primer día que ya no regresó a su casa en la colonia Rafael Curiel.
El pasado domingo, el angustiado padre acudió a la visita del presidente Andrés Manuel López Obrador portando una lona con la fotografía impresa de su hijo, contando su amarga historia a los medios de comunicación.
Su hijo, dijo, tenía ocho meses laborando en el conocido bar “La Mariposa” a orillas de la carretera al Ingenio Plan de Ayala y recuerda la última ropa con la que salió de su casa aquel 21 de julio del 2010.
Iba vestido con un pantalón negro, unas botas como de minero y una camisa azul, expresó Ignacio y comentó que su vástago hasta donde lo conocía, era tranquilo y dedicado al trabajo.
El último día que lo vio, salió de su casa rumbo al trabajo y ya nunca volvió pero varias personas le dijeron que a él y otros cinco más “los levantó un grupo de personas armadas”.
Santos López dijo que a pesar que fueron varios los jóvenes desaparecidos ese mismo día, solo él puso la pesquisa ante la ahora Fiscalía General del Estado, pero fue como si no lo hubiera hecho, porque las investigaciones no han dado resultados.
La desaparición de su hijo le cambió la vida porque a lo largo de estos nueve años, tuvo que vender sus bienes para tener recursos con los cuales continuar la búsqueda de su hijo y por si fuera poco, a su esposa recientemente le fue diagnosticado cáncer.
“Vine a darle una carta al señor presidente a ver si él nos hace caso”, dijo por último Santos López.
años desde la desaparición de Óscar Omar Santos Solís en Ciudad Valles y a pesar de ello, su papá Ignacio Santos López continúa buscándolo como si fuera el primer día que ya no regresó a su casa en la colonia Rafael Curiel.
El pasado domingo, el angustiado padre acudió a la visita del presidente Andrés Manuel López Obrador portando una lona con la fotografía impresa de su hijo, contando su amarga historia a los medios de comunicación.
Su hijo, dijo, tenía ocho meses laborando en el conocido bar “La Mariposa” a orillas de la carretera al Ingenio Plan de Ayala y recuerda la última ropa con la que salió de su casa aquel 21 de julio del 2010.
Iba vestido con un pantalón negro, unas botas como de minero y una camisa azul, expresó Ignacio y comentó que su vástago hasta donde lo conocía, era tranquilo y dedicado al trabajo.
El último día que lo vio, salió de su casa rumbo al trabajo y ya nunca volvió pero varias personas le dijeron que a él y otros cinco más “los levantó un grupo de personas armadas”.
Santos López dijo que a pesar que fueron varios los jóvenes desaparecidos ese mismo día, solo él puso la pesquisa ante la ahora Fiscalía General del Estado, pero fue como si no lo hubiera hecho, porque las investigaciones no han dado resultados.
La desaparición de su hijo le cambió la vida porque a lo largo de estos nueve años, tuvo que vender sus bienes para tener recursos con los cuales continuar la búsqueda de su hijo y por si fuera poco, a su esposa recientemente le fue diagnosticado cáncer.
“Vine a darle una carta al señor presidente a ver si él nos hace caso”, dijo por último Santos López.
años desde la desaparición de Óscar Omar Santos Solís en Ciudad Valles y a pesar de ello, su papá Ignacio Santos López continúa buscándolo como si fuera el primer día que ya no regresó a su casa en la colonia Rafael Curiel.
El pasado domingo, el angustiado padre acudió a la visita del presidente Andrés Manuel López Obrador portando una lona con la fotografía impresa de su hijo, contando su amarga historia a los medios de comunicación.
Su hijo, dijo, tenía ocho meses laborando en el conocido bar “La Mariposa” a orillas de la carretera al Ingenio Plan de Ayala y recuerda la última ropa con la que salió de su casa aquel 21 de julio del 2010.
Iba vestido con un pantalón negro, unas botas como de minero y una camisa azul, expresó Ignacio y comentó que su vástago hasta donde lo conocía, era tranquilo y dedicado al trabajo.
El último día que lo vio, salió de su casa rumbo al trabajo y ya nunca volvió pero varias personas le dijeron que a él y otros cinco más “los levantó un grupo de personas armadas”.
Santos López dijo que a pesar que fueron varios los jóvenes desaparecidos ese mismo día, solo él puso la pesquisa ante la ahora Fiscalía General del Estado, pero fue como si no lo hubiera hecho, porque las investigaciones no han dado resultados.
La desaparición de su hijo le cambió la vida porque a lo largo de estos nueve años, tuvo que vender sus bienes para tener recursos con los cuales continuar la búsqueda de su hijo y por si fuera poco, a su esposa recientemente le fue diagnosticado cáncer.
“Vine a darle una carta al señor presidente a ver si él nos hace caso”, dijo por último Santos López.