Estudiantes de CETIS 125 podrán realizar servicio social en DIF Municipal
SAN LUIS POTOSÍ, SLP., 25 de noviembre de 2018.- Las autoridades del nivel municipal por ser las más cercanas a la comunidad, cuentan con mayores posibilidades de incidir en el comportamiento de la violencia y del feminicidio, porque desde este nivel la autoridad cohabita con las víctimas y sobre todo, conoce y tiene identificados a los agresores, con los que comparte los mismos espacios.
A través de un comunicado de prensa, Nueva Luna A.C., consideró como apremiante que las y los alcaldes tomen las medidas pertinentes para que la transversalización de la perspectiva de género sea real en cada uno de sus Planes Municipales de Desarrollo, como medio para promover la igualdad sustantiva y frenar la trayectoria que registra la violencia contra las mujeres en el estado de San Luis Potosí.
La violencia de género tiene un impacto grave en cada una de las familias y comunidades donde se vive una severa descomposición que se refleja en el incremento de maltrato infantil, suicidios y feminicidios. En lo que va del año, se han registrado 23 suicidios en menores de edad y 52 feminicidios tan solo por citar una muestra.
Las autoridades del nivel municipal por ser las más cercanas a la comunidad, cuentan con mayores posibilidades de incidir en el comportamiento de la violencia y del feminicidio, porque desde este nivel la autoridad cohabita con las víctimas y sobre todo, conoce y tiene identificados a los agresores, con los que comparte los mismos espacios.
Promover la igualdad sustantiva en todos los espacios de las administraciones municipales para la construcción de políticas públicas con perspectiva de género, es un medio eficaz para eliminar la violencia contra las mujeres, mucho más efectivo que castigar y encerrar a los hombres en la cárceles, se requiere construir una cultura de respeto y de convivencia entre hombres y mujeres.
La atención parcializada de la Alerta de Género por parte del Poder Ejecutivo, no es consistente y carece de estrategias de intervención basadas en la realidad y los saberes de las comunidades más azotadas por la violencia de género contra las mujeres, las acciones que se realizan son producto de la ocurrencia y de la percepción sesgada del funcionariado público; falta un diagnóstico de la realidad que nos permita saber con mayor precisión cuáles son los determinantes sociales, económicos y culturales que determinan el fenómeno en nuestras comunidades.