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SAN LUIS POTOSÍ, SLP., 25 de junio de 2025.– En San Luis Potosí se ha privilegiado la cantidad de agua disponible por encima de la calidad necesaria para el consumo humano, advirtió la Dra. M. Catalina Alfaro de la Torre, académica de la Facultad de Ciencias Químicas de la UASLP e integrante del Grupo Universitario del Agua.
La especialista señaló que actualmente no se puede hablar de una calidad aceptable en el suministro de agua para uso doméstico. Aunque garantizar el abasto es una prioridad, enfatizó que no debe colocarse por encima del derecho a contar con agua segura.
“Con calidad o sin calidad, debemos tener agua para todas las actividades de la casa”, dijo. Sin embargo, subrayó que el agua utilizada para beber y cocinar debe cumplir criterios sanitarios más estrictos, los cuales no siempre se alcanzan.
Indicó que las fuentes actuales de abasto, como los pozos, la presa El Realito y la presa San José, presentan condiciones desfavorables. La calidad del agua proveniente de estas fuentes es deficiente, debido a factores como la contaminación con materia orgánica y sustancias tóxicas, lo cual impacta incluso después del tratamiento en plantas potabilizadoras.
Uno de los puntos más críticos es el estado de la red de distribución. Las tuberías deterioradas permiten el ingreso de contaminantes como aguas negras o residuos del subsuelo, lo que compromete el agua que llega a los hogares.
“Puede ser que la planta potabilizadora garantice que el agua entra limpia a la red, pero si ésta está en malas condiciones, no recibiremos agua potable”, alertó la investigadora.
Respecto al agua de pozos profundos, señaló que aunque tiene baja salinidad y aparente buena calidad, se han detectado sustancias tóxicas como fluoruro e incluso niveles crecientes de arsénico, lo cual representa un riesgo para la salud pública. La comunidad científica ha advertido de estos riesgos desde hace décadas sin que se apliquen medidas correctivas eficaces.
Ante este panorama, muchos ciudadanos optan por consumir agua purificada o embotellada. La doctora Alfaro confirmó que, en general, estas sí cumplen con los estándares sanitarios requeridos, ya que las plantas purificadoras están reguladas por la COEPRIS y deben contar con análisis certificados. Aunque no están exentas de fallas, existe una supervisión más constante en comparación con el sistema de agua entubada.
La UASLP recomienda utilizar agua purificada para beber y cocinar, ya que representa una opción más segura ante la imposibilidad de garantizar plenamente la calidad del agua entubada en la capital potosina.
COMUNICADO DE LA UASLP