
Mala salud bucal puede causar diabetes, cardiopatías y otras enfermedades
SAN LUIS POTOSÍ, SLP., 18 de abril de 2019.- The Hope Program (Programa de la Esperanza) nació en 2016 ante la necesidad de atender a pacientes diagnosticados con algún tipo de cáncer en la sangre y por iniciativa del doctor Miguel Ángel Herrera Rojas, hematólogo y experto en trasplante de médula ósea.
El doctor Herrera Rojas indicó que su intención es brindar cuidados a los pacientes, no sólo desde el ámbito médico, sino comprender que se trata de personas con sentimientos y familiares que los apoyan, es decir ver a la medicina desde una perspectiva holística.
Para el especialista, es necesario establecer una relación fuerte entre médico y paciente, educar a la población en general y no sólo al personal de los Servicios de Salud, así como modificar el entendimiento del concepto del cáncer, ya que en la actualidad se considera igual a la muerte, “y no es necesariamente cierto (…), hemos avanzado mucho en la ciencia y tenemos pacientes de cáncer”.
Consideró primordial otorgar el mejor tratamiento disponible en el mundo, “necesitamos que las personas sepan que existen y lograr que accedan a medicamentos menos invasivos”, además de la quimioterapia.
The Hope Program cuenta con un instituto de innovación en medicina donde combina un área de consulta para pacientes con enfermedades oncohematológicas y otra de infusión, donde pueden tener acceso a la administración de sus medicamentos, en un lugar agradable, cómodo y de bajo costo.
También cuentan con una parte filantrópica, para apoyar económicamente a los pacientes, de la que surge Salva una Vida, Dona Arte”, Corriendo con Causa, Day Care Center y una guardería para perros donde un porcentaje de las ganancias es donado a este propósito.
The Hope Program se enfoca en la atención de pacientes de 15 años de edad en adelante, ya que gran parte de las asociaciones civiles atienden a niños con cáncer, explicó el doctor Herrera Rojas.
Alrededor de 50 personas están involucradas en el programa que incluye especialistas del área médica, ingeniería industrial, química farmacobióloga, ingeniería biomédica, psicología, nutrición, enfermería, marketing y administración de empresas, la mayoría bajo un esquema de semi-voluntariado.
Entre los servicios que realiza The Hope Program, se encuentra el de transfusión, que realiza la donación de plaqueta.
DONADORES APTOS
La química Alejandra Vázquez, indicó que cualquier persona apta puede donar plaquetas, es decir tener entre 18 y 65 años de edad, pesar mínimo 50 kilos, tener una estatura arriba de 1.50 metros, ser clínicamente sana, sin múltiples parejas sexuales, así como haber dejado transcurrir más de un año de haberse realizado un tatuaje o perforación.
Este tipo de donación ayuda a los pacientes que tienen un deficiente número de plaquetas a recuperarlas, ya que son utilizadas en cirugías que involucran una gran pérdida de sangre y en pacientes con tratamiento oncohematológico.
Señaló que, al donar plaquetas por medio de aféresis, existen beneficios tales como poder hacerlo hasta 24 veces al año.
Isabel Saga, médico general y especialista en la investigación biomédica básica en inmunología, es encargada del área de estudios en hematología en The Hope Program y señaló que la investigación en hematología en el estado, es algo innovador y factible para pacientes del ámbito público y privado.
Los pacientes pueden participar en dicha investigación, siempre y cuando haya su consentimiento.
En la actualidad, el centro de investigación de The Hope Program está en el proceso de estandarizar los procesos de investigación, aunque necesita establecer los comités necesarios para aprobar los proyectos, como el de bioseguridad, ética e investigación.
LA EXPERIENCIA DE CLAUDIA
Una de las pacientes que ha sido atendida por parte del centro es Claudia Reyes, con 29 años de edad y diagnosticada con linfoma de Hodgkin en agosto 2015, por lo que se vio obligada a dejar sus estudios en administración.
Claudia explicó que se le detectó esta enfermedad cuando en el lado izquierdo de su cuello le surgió una “bolita” que se inflamaba cuando realizaba diversas actividades, la cual pasó al otro lado de su cuerpo.
Una de las cosas que más le han afectado son las quimioterapias, ya que comenzaba a sentir el cuerpo cortado, dolor de cabeza, sudoraciones y no podía dormir bien, “después ya fueron un poco más retiradas y fui saliendo adelante”.
Para ella y su familia conocer su problema representó un duro golpe, aunque generó mayor unión y apoyo entre sus padres y sus hermanos.
En 2017, después de terapias invasivas que debilitaban cada vez más su médula ósea y su estado de salud, Claudia recibió un trasplante de médula, en el que su padre le donó 10 millones de células y, aunque en un inicio todo funcionaba bien, después de ocho meses el cáncer regresó “de una manera un poco más agresiva y en el mismo lugar”, por lo que continuó con sesiones de radiación.
A esta situación se sumó una arritmia cardiaca y problemas en los pulmones, derivado de un tumor detectado en la zona.
Por el momento, Claudia ha retomado las quimioterapias y un medicamento especial durante quince días, “no me quiere dejar ir, pero voy a seguir, no queda de otra. No puedo decir que me voy a dar por vencida, eso no es una opción”.
Y aunque en ocasiones no quiera realizar los tratamientos, llegar a The Hope Program y convivir con las personas del lugar, le da el ánimo para superar los malos momentos.
Cuando supere su enfermedad, Claudia tiene la intención de terminar su licenciatura en administración, además de ofrecer a jóvenes de primaria y bachillerato narrar su testimonio de vida, para ayudar a prevenir esta enfermedad, entre otras más.
Su madre, Claudia Chávez, indicó que tiene fe y esperanza de que su hija salga adelante por su voluntad férrea, además de contar con el apoyo del programa y el cuerpo de médicos que les ayudan, “estoy consciente que debemos seguir con la espada bien preparada, pero mi hija va a sanar, mi confianza es mucha. Toda su lucha, todas las situaciones por las que ha pasado, las va a superar”.