Despertará sonido de Gang of Four, Air, Slowdive y The Kills en Hipnosis
SAN LUIS POTOSÍ, SLP., 2 de septiembre de 2023.- Desde hace milenios, las leguminosas o legumbres, junto con cereales y algunas frutas y raíces tropicales, son la base de la alimentación humana.
La coordinadora de la licenciatura en Ciencia de la Nutrición Humana de la Facultad de Medicina (FM) de la UNAM, Elvira Sandoval Bosch, comentó que en México las de mayor consumo son lentejas, habas, garbanzos y frijoles.
Si bien este último es un alimento preferido de los mexicanos, se le estigmatiza y su consumo se relega porque se le relaciona con la pobreza, de acuerdo con un comunicado de la UNAM.
En entrevista, la nutrióloga clínica destacó que son excelentes aliadas para el cuidado de la salud por su alto aporte nutricional y proteico de origen vegetal, sobre todo cuando se les combina con el grupo de los cereales, pues es una proteína similar a la de origen animal, pero sin grasa saturada, y puede sustituir el consumo de carnes rojas.
Por ejemplo, “los tacos de frijoles, obviamente sin grasa o con la mínima, son una opción para nuestra alimentación, pues además de no contener grasa saturada, son nutritivos, aportan fibra y hierro que contribuyen a mantener nuestra salud”, añadió.
También es conveniente incluir cacahuates, pistaches, nueces y almendras, aunque no deben consumirse de manera indiscriminada porque aportan grasa, de la buena, pero contienen bastante.
Por los nutrientes de las leguminosas es importante que formen parte de nuestra dieta diaria, ya sea en el desayuno, comida o cena e intercalarlas a lo largo de la semana.
Debido al tipo de fibra que tienen, ayudan a disminuir la glucosa y el colesterol en sangre; mantienen en buenas condiciones a la biota intestinal.
Lo importante es que cualquier cambio en nuestra alimentación esté acompañado de la asesoría de nutriólogos.
La Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura señala las razones por las cuales deben consumirse: son bajas en sodio y en grasas y, por su origen vegetal no contienen colesterol -lo que ayuda a reducir el riesgo de enfermedades cardiovasculares-; son fuente extraordinaria de proteínas de origen vegetal, y de hierro, así como de folato (vitamina B presente en varios alimentos); ricas en potasio y fibra; su índice glucémico es bajo y no tienen gluten en su estado natural, además de que pueden almacenarse por largo tiempo.