Esperan farmacias potosinas escasez de medicamentos respiratorios
RIOVERDE, SLP., 6 de agosto de 2019.- “En México es más fácil abrir un centro de rehabilitación que una cervecería”, dijo Adrián Izar Urbina, consejero en adicciones y evaluador para la universidad La Salle, quien señaló que hay un vacío en la regulación de estos lugares que ponen en riesgo a internos y hasta el personal de apoyo que carece de conocimientos y aplican métodos similares para todos.
El 60 por ciento de los jóvenes anexados no deberían estarlo, pero no existe personal capacitado para detectar esta situación y los encierran sin ver el contexto y entender que es un problema de salud diferente en cada persona, expuso.
“Encierran al adulto mayor con problemas de alcoholismo, al adulto por cocaína, al joven por cristal, todos en un mismo lugar y con la misma forma de tratarlos”, dijo el experto.
La apertura de más centros es preocupante, pues funcionan con un aviso de funcionamiento que pegan a la vista de todos y aunque son regulados por la Conadic y Coepris, nadie los visita y los gobiernos municipales no saben cómo actuar, por ende, trabajan con cierta libertad.
“Qué sustancia consumen, con qué frecuencia, con qué criterio lo internaron, cómo se hizo la selección del tratamiento o peor aún, cuál es el tratamiento, son preguntas que no responden fácilmente los padrinos, por su falta de conocimientos”, expuso.
Apenas hace tres meses, un centro de rehabilitación en Rioverde fue incendiado y el pasado 4 de julio dos coordinadores de otro en Cerritos fueron detenidos por golpear a anexados, son apenas dos ejemplos de la falta de profesionalismo de quienes los dirigen.
Expresó entender el drama que atraviesa una familia para anexar a uno de sus integrantes y que termina momentáneamente cuando es encerrado, entregándolos a personas que no están bien preparadas para atenderlos y ahí comienza otro drama.
“Muchos centros, más que de rehabilitación -sin la capacitación y conocimientos necesarios- terminan siendo un centro de reclusión”, sentenció.
“Las personas que enfrentan el trastorno por abuso de sustancias, dejan de consumir por temor a volver a ser encerrados, no por haber sanado”, señaló Izar Urbina.
El consejero en adicciones reconoció la intención de los centros para lograr cambios en los seres humanos, pero sin herramientas no pueden avanzar, por eso, es importante que se acerquen al programa Conocer de la SEP y puedan aprobar el estándar de competencia 0548 para los consejeros en adicciones y que los padrinos se certifiquen.