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SAN LUIS POTOSÍ, SLP, 4 de mayo de 2019.- El día de hoy se realizó en la Basílica de Guadalupe, Ciudad de México, la beatificación de la potosina María Concepción Cabrera de Armida, Conchita, quien desde niña sintió una fuerte conexión con Dios y se distinguió por su pureza, humildad, espíritu de sacrifico y cuya misión sintió era salvar almas.
Conchita Cabrera nació en 1862 y es la primera potosina en la historia declarada beata. En 1895 fundó el Apostolado de la Cruz, se desarrolló como mística y al final de su vida terrenal, dejó escritos 66 volúmenes manuscritos sobre aspectos teológicos y espirituales.
Falleció el 3 de marzo de 1937 a la edad de 75 años y sus restos descansan en la cripta del Templo de San José del Altillo.
Desde 1959 inició su proceso de beatificación, que dio un primer paso el 20 diciembre de 1999, cuando fue declarada figura venerable dentro de la Iglesia católica por el entonces papa Juan Pablo II, por haber vivido las virtudes cristianas en grado heroico. A ella se le han atribuido algunos milagros por los cuales ahora se oficializa su beatificación.
En la ceremonia se mencionaron las actividades que poco a poco y a lo largo de su vida la acercaron más a Dios, como su participación para la fundación del Apostolado de la Cruz, la congregación de las Religiosas de la Cruz del Sagrado Corazón de Jesús, los Misioneros del Espíritu Santo y sus numerosos escritos: textos místicos y autobiográficos, cartas a diversos destinatarios y escritos de tipo catequético o devocional.
Para su beatificación, el delegado del papa Francisco en el país, el cardenal Ángelo Becciu, prefecto de la Congregación para las Causas de los Santos, manifestó que Conchita Cabrera disfruta de la gloria del cielo y es digna de todo tipo de cultos gracias a las virtudes que poseía, exponiéndola como una sierva de Dios que cumplió con las virtudes cristianas y ahora goza de las divinidades celestiales.
El domingo 5 de mayo continuarán diversas celebraciones eucarísticas con las reliquias de la mística potosina, en el Templo San José del Altillo de Coyoacán, Ciudad de México, donde actualmente se encuentra su cripta.
La beatificación es la declaración oficial por parte del Papa de la ejemplaridad cristiana de la vida de una persona, con la que se autoriza su culto en la Iglesia católica en determinados actos o lugares.