Estrena Guillermo Arriaga filme inspirado en volcadura que sufrió en SLP
SAN LUIS POTOSÍ, SLP., 24 de enero 2021.- Cuando se suponía que las experiencias traumáticas para viajeros y usuarios en general del eje carretero Valles-La Hincada-El Naranjo habían cesado, al toparse durante las madrugadas con un niño tal vez de 4 o 5 años, de mirada fría y fija caminando en medio del asfalto; la aparición fantasmal del ente al doctor José Manuel Méndez y a otras personas, confirman que la misteriosa presencia sigue activa.
Este suceso extraño, los encuentros con el ente semejante a un niño fantasma dejaron impresionados a choferes transportistas de caña y a conductores que por cualquier razón circulan entre las 00:00 horas y las 3 de la madrugada en el tramo entre los ejidos Micos y Estación 500, municipio potosino de Ciudad Valles y lo han visto.
Entre los vecinos de ranchos y ejidos del rumbo la historia del niño- fantasma se cuenta por lo bajito entre persignaciones y murmullos.
Hay miedo y respeto.
Nadie sabe sin embargo por qué el niño- fantasma aparece precisamente en ese trayecto; algunos apuntan a que puede tratarse del espíritu de un pequeño que haya fallecido en algún accidente, otros de un niño asesinado y también hay quienes opinan que podría ser el fantasma de un infante ahogado en el río Micos que corre muy cercano al camino.
Una mujer, Elodia, sugirió que tal vez sea un niño que murió perdido en la sierra por donde cruza el eje y falleciera de hambre, sed o mordido por alguna víbora.
Sea cual sea el origen, en nada consuela a las personas que arrastran la impresión de haberlo visto o entrado en contacto relativo con él.
Rogelio Contreras -fallecido recientemente,- describió lo ocurrido a un compadre que al regresar de su rancho poco después de la medianoche manejando una camioneta, observó una pequeña silueta a la distancia en medio del camino.
Encendió las luces altas y miró las espaldas a un niño solo con pantalón y desnudo de la cintura hacia arriba.
Intentando ayudarle se orilló y le llamó abriendo la puerta del copiloto para que se subiera.
El niño volteó, lo miró con ojos profundos pero sin brillo y luego, se esfumó en la nada.
El compadre se espantó por la impresión y tuvo que ser llevado hasta con curanderos para sacarlo del desequilibrio nervioso que aquello le produjo.
El doctor Méndez regresaba a Ciudad Valles desde El Naranjo manejando su automóvil, cuando detectó al niño caminando rumbo a Micos; aminoró la velocidad y lo cruzó.
Sin embargo, metros adelante se detuvo para preguntarle por qué andaba solo a esa hora y si podía ayudarlo. Pero el niño había desaparecido y por más que lo llamó no lo encontró.
El niño-fantasma ha aparecido también a cortadores de caña, ciclistas y a personas diversas, pero desaparece frente a sus ojos dejándolos temblando de horror.
Se está volviendo ya, una leyenda.