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SAN LUIS POTOSÍ, SLP., 24 de febrero de 2024.- En la degradación del matrimonio, fenómeno que pone en riesgo la existencia de la familia, que es la célula fundamental de la sociedad humana, influye no sólo la pérdida de valores religiosos, legales y económicos, sino también el poco respeto a esa institución que propician, entre otros, programas masivos en medios de información como La Rosa de Guadalupe en la televisión, lleno de falsedades e ideas equivocadas, donde los divorcios son desestimados en sus consecuencias nocivas para parejas y principalmente los hijos.
De paso, señaló el abogado Jesús Sierra Acuña, el divorcio está convertido en un negocio productivo para los litigantes por la abundancia de demandas que reciben promovidos en un porcentaje de tres a uno por mujeres que buscan su asesoría para separarse.
El rompimiento matrimonial se incrementó también por la profusión del incausamiento, es decir, que el divorcio puede solicitarse sin que lo motive una causa determinada, sólo basta que la pareja o uno de ellos ya no quiera permanecer casado, explicó Sierra Acuña.
Esto da lugar a casos como el de un sujeto de esos sin oficio ni beneficio que se divorció y obtuvo que le asignaran 30 por ciento de los ingresos de ella.
Para cualquiera puede considerarse como un despojo, pero desde la reforma al Código de Procedimientos Civiles no se contempla así y establece la obligación de conceder pensión alimenticia de una u otra parte en la medida de sus posibilidades.
Bajo este contexto, si el papá divorciado no tiene empleo ni ingreso fijo, el abogado recurre a la vía del árbol genealógico y se va sobre los suegros, pues los hijos no pueden quedarse sin esa protección.
Es muy frecuente, dijo Sierra Acuña, que haya quienes usan a sus hijos para chantajear al contrario y eso los afecta emocionalmente.
El litigante abordó el tema a partir de la declaración del sacerdote de la Iglesia católica, Cecilio Esparza, quien calificó de muy preocupante el tema matrimonial, ya que en dos años sólo hubo cinco bodas, pero 160 se divorciaron en el municipio de Tamazunchale.
Total, refirió Jesús Sierra Acuña, vivimos un problema muy complejo por la oleada de rompimiento de familias a causa de divorcios y el efecto que tiene y tendrá para futuras generaciones.