![](https://sanluispotosi.quadratin.com.mx/www/wp-content/uploads/2025/01/13204c56-8d06-4981-89c5-9b765af94710-scaled-107x70.jpeg)
Con inversión de 12 mdp inauguran avenida Estadio en Ciudad Valles
SAN LUIS POTOSÍ, SLP., 25 de octubre de 2023.- La siguiente narración sobre un extraño caso paranormal propio de la cosmovisión de culturas ancestrales puede resultar perturbador y prestarse a charlatanería y burlas de la mayoría de quienes como los científicos sólo aceptan lo que se puede comprobar.
Sin embargo, relatado por su propio protagonista, se inserta en el universo que neurofisiólogos, psicólogos, antropólogos y etnólogos prestigiosos han investigado desde hace mucho tiempo y que los ha llevado a cambiar conceptos existenciales.
En 2020, mientras el ingeniero Marcos N. se encontraba trabajando en Santa Catarina, municipio conurbado de Monterrey, tuvo una premonición mientras dormía: una mujer vestida de negro -y pelo negro largo- a la que identificó como la muerte, llegó a los pies de su cama y a través del pensamiento le pidió que la acompañara.
“Me condujo aparentemente en mi carro hasta el poblado Estación Las Palmas municipio de Tamuín y al llegar al cruce del camino con las vías hizo que me detuviera metros antes», relata.
«Luego me guió al crucero donde había un accidente; el tren había arrastrado un automóvil cuyo conductor estaba muerto y su cuerpo había sido llevado a una casa en construcción y tendido sobre unas tablas. Estaba envuelto en sábanas de pies a cabeza».
Eran las 9:30 de la mañana en la visión.
Nervioso al recordar aquella tragedia, Marco refirió que la muerte le dijo «bésalo».
No sabía si era hombre o mujer, pero obedeció y al hacerlo y en ese momento descubrió que el cuerpo era de su hermano Alejandro, quien trabajaba en la fábrica de cementos de Las Palmas.
Al día siguiente, apenas amaneció tomó el teléfono y llamó a Alejandro para pedirle que no fuera a trabajar o a ningún lado en el carro, sobre todo si iba a llover.
También lo hizo con otros familiares para que le impidieran salir de su casa.
«Extrañado, el hermano le preguntó qué pasaba que debía ir a la planta de cementos” .
Marco insistió, pero Alejandro tenía que recoger unos documentos y se fue.
Lo que ocurrió después fue terrible. Cuando Alejandro abordó su auto para regresar a Ciudad Valles, donde tiene su domicilio, se dio cuenta que le faltaba uno de los papeles y se regresó.
Esos minutos le salvaron la vida, porque el accidente sí ocurrió: el chofer de una camioneta intentó ganar el paso al tren y murió prensado, eran las 9:30 de la mañana.
Lo que siguió a continuación, y que Marco considera fue el cobro de la muerte, fue atroz.
De pronto comenzó a sentirse muy débil al grado que no podía mantenerse en pie y la vista se le oscureció.
Su esposa llegó alarmada y le pidió que lo abrazara.
Ella le comentó que lo sentía muy frío, que si buscaba a un doctor; él sólo alcanzó a decirle que no se quitara y lo mantuviera abrazado porque sentía mucho frío.
«Pensé que era el adiós», dijo.
Minutos después en medio de dificultades para respirar perdió el conocimiento. «Para mí era la muerte para cumplir el trato de cambio de mi vida por la de mi hermano».
Permaneció en esa condición dos o tres horas mientras su familia se había reunido a orar por él.
Algo sucedió entonces, seguro por las oraciones a Dios, porque despertó extremadamente cansado y muy pálido.
La muerte le perdonó la vida tal vez por el gesto de amor a su hermano.
Al final del relato, Marco señaló que la intención de cambiar su vida por la de Alejandro fue porque sentía que él ya había vivido mucho y su hermano no.
En 2013, recuerda que vivió una situación extremadamente difícil en todos los órdenes y desesperado cayó en depresión; pidió a la muerte que se lo llevara porque su misión en la tierra había terminado.
Incluso estuvo a punto de ser atropellado por un vehículo en una calle de Monterrey, pero la muerte le dijo que todavía no era su hora.
Bajo ese pensamiento fue que no dudó en ofrecer su vida.
Señaló que no es la primera ocasión en que ha tenido contacto con la muerte, que le ha avisado cuando alguien cercano, amigo o familiar va a morir y antes de tres días se cumple.
Lo único es que nunca le ha permitido ver su cara, sólo la silueta flotando.