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SAN LUIS POTOSÍ, SLP., 21 de julio de 2025.- La exposición constante a temperaturas extremas en la Huasteca potosina se ha convertido en un inhibidor directo del descanso, advirtió la psicóloga Leila Martínez Obregón, catedrática de la Coordinación Académica Región Huasteca Sur (CARHS) de la Universidad Autónoma de San Luis Potosí (UASLP), con sede en Tamazunchale.
La especialista señaló que en México hay poca conciencia sobre la importancia del sueño. Aunque se recomienda dormir entre siete y nueve horas diarias, esta práctica es comúnmente ignorada, a pesar de que el descanso nocturno representa una tercera parte de la vida humana y es clave para conservar la salud física y mental.
Martínez Obregón explicó que la falta de sueño repercute en funciones cognitivas como la memoria de trabajo, la planeación, la flexibilidad mental y la autorregulación emocional. Además, afecta el rendimiento profesional, complica la toma de decisiones y propicia irritabilidad y estrés.
Aunque se suele asociar la falta de descanso con las zonas urbanas, la experta subrayó que en municipios huastecos ya se presentan ritmos de vida acelerados, lo que agrava la necesidad de sueño de calidad. Sin embargo, el intenso calor nocturno ha dificultado alcanzar ese objetivo.
Durante este verano, en localidades como Ciudad Valles, Tamazunchale, Axtla de Terrazas y Aquismón, la sensación térmica ha superado los 40 grados centígrados. Aunque la población está habituada al clima cálido y húmedo, muchas personas logran dormir hasta las 3:00 o 4:00 horas, cuando la temperatura comienza a descender.
La situación se agrava por la escasa disponibilidad de dispositivos de enfriamiento. El acceso al aire acondicionado es limitado, lo que impacta en la calidad del sueño y genera cansancio y desgaste físico durante el día.
En comunidades como Mazatétl, Texquitote o Tlalocuil, algunas personas recurren a métodos tradicionales como baños nocturnos o acudir al río para refrescarse antes de dormir. Estas acciones, aunque alivian el calor momentáneamente, no garantizan un descanso efectivo.
Ante este panorama, Martínez Obregón consideró urgente implementar políticas públicas que mejoren las condiciones para el descanso. Una medida viable, dijo, sería aprobar iniciativas legislativas para reducir tarifas eléctricas en zonas de temperaturas extremas, como ya se ha planteado en el Congreso de la Unión.
Sin embargo, aclaró que aún con tarifas más bajas, muchas viviendas en comunidades cercanas a Tamazunchale están construidas con materiales tradicionales, lo que dificulta la instalación de aires acondicionados.
Finalmente, la especialista subrayó la necesidad de un enfoque integral, que incluya acciones estructurales y de salud pública, para garantizar el derecho al descanso como parte de una vida digna.