Motociclista queda colgado en puente tras ser arrollado
SAN LUIS POTOSÍ, SLP., 6 de junio 2020.- La capital potosina vivió la tarde del viernes una jornada de violencia ante los destrozos que jóvenes ocasionaron luego de una marcha para protestar por la muerte de Giovanni López, presuntamente muerto a manos de policías municipales en el estado de Jalisco.
Lo que se presumía era una marcha pacífica para protestar por la muerte de Giovanni y en contra de la represión policiaca, derivó en actos violentos y daños al edificio de la Fiscalía General del Estado (FGE) y la sede del Congreso local destruida.
La convocatoria para esta marcha circuló a través de las redes sociales, en donde se invitaba a los jóvenes a participar. El punto de reunión fue la Plaza de Armas de la capital potosina, en el kiosko, para acordar la ruta y determinaron que irían a la FGE. Hacia ahí se encaminaron gritando consignas en contra de los policías y el gobierno. Algunos llevaban pancartas y cartulinas, todos portaban cubrebocas y mascadas.
Al llegar a la Fiscalía, algunos jóvenes sacaron botes de pintura en aerosol y comenzaron a pintar sobre la banqueta y en las rejas, las mantas y carteles colocados sobre las rejas.
Después algunos de ellos comenzaron a lanzar piedras hacia el interior de la reja rompiendo los cristales de la dependencia, también arrojaron artefactos explosivos que detonaron y causaron pánico entre las personas que se encontraban sobre el Eje Vial, muchos de ellos comerciantes y personas que esperaban el transporte urbano.
Una patrulla de la Policía Municipal que se encontraba estacionada sobre la acera en el Eje Vial a unos metros de la Fiscalía, fue destrozada por algunos de los jóvenes quienes con piedras y palos ocasionaron daños al vehículo y le arrojaron al interior un artefacto para tratar de incendiarla, lo que no sucedió.
Después de esto se dirigieron nuevamente al kiosko de la Plaza de Armas en donde acordaron ir a la sede del Congreso, en donde a fuerza de golpes y empujones lograron derribar las rejas de la entrada. Una vez que lograron, esto rompieron los vidrios y los marcos para ingresar al interior de la sede y comenzaron a realizar pintas y a lanzar los tanques extintores, los cuales abrieron y el vapor inundó la sede legislativa.
Otros jóvenes subieron a la planta alta del Congreso para colocar una gran cartulina que llevaban y comenzaron a aventar por los balcones escritorios, computadoras, pantallas, cajas, documentos, macetas con plantas y en fin todo lo que pudieron. Hasta ese momento no hubo la intervención de ningún policía, además quemaron una bandera y después acumularon todo para hacer una pira y la incendiaron.
También aventaron piedras a los balcones ubicados arriba de la nevería que está al lado del Congreso, los comerciantes de la zona comenzaron a cerrar sus negocios ante el temor de que fueran atacados; también los integrantes de la organización Pueblo Libre, quienes con miedo comenzaron a levantar su plantón que tenían frente al Palacio de Gobierno.
Lo que parecía una amena tarde en plena pandemia en el Centro Histórico se convirtió en un haz de violencia ante los actos de los jóvenes; las personas que estaban en el lugar o que iban pasando corrían para salir del perímetro.
De repente un grupo de policías antimotines llegó a la Plaza y también el Rhino, vehículo blindado de la policía, quienes hicieron correr a los jóvenes por la calle de Madero, pero estos todavía los enfrentaron lanzándoles el contenido.
Entonces inició la persecución que derivó en la detención de diez jóvenes, entre ellos tres mujeres.
Pero también en la plaza los policías detuvieron a jóvenes espectadores lo que provocó el reclamo de los ciudadanos que ahí se encontraban y que pese a imaginar lo contrario apoyaron a los jóvenes.
Y así terminó la tarde violenta en la capital potosina.