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SAN LUIS POTOSÍ, SLP., 15 de agosto de 2018.- Los más de 700 policías estatales asignados a vigilar y resguardar la seguridad en la Feria Nacional Potosina (Fenapo) pasan diversas penurias.
Elementos que pidieron el anonimato, por temor a represalias, confirmaron que a pesar de tener horario fijo para la cobertura de la feria es muy recurrente que por “necesidades del servicio”, laboran horas extras, pero no se las pagan.
Cubren turnos de 12 por 24; trabajan 12 horas y descansan un día. Para el caso de la feria, tienen dos turnos: uno de las ocho de la mañana a 20 horas y el segundo a la inversa, aunque a veces no hay relevos disponibles o surgen otras circunstancias.
“Por ejemplo, si viene el gobernador de algún estado invitado se refuerza la seguridad y ya sabemos que no se respeta el horario. Así como entró a las ocho de la mañana puedo salir a media noche o de plano salir hasta otro día”, explicó un agente de la Dirección General de Seguridad Pública del Estado.
La alimentación es otro suplicio porque hay antecedentes de policías que se enfermaron por consumir comida contamina que le brinda el patronato de la Fenapo. Por ello prefieren gastar de su bolsillo, aunque el patronato les ofrezca desayuno, comida y cena.
“Es mucha la comida que se prepara para agentes de la Policía Federal, municipal y estatal, aparte los voluntarios de Cruz Roja, bomberos, personal de Protección Civil y mucha más; nos ha tocado que nos den frijoles con gorgojo”, añadió otro policía consultado.
Aunado a ello, los agentes deben comprar sus propios uniformes, cuyo costo, dependiendo de la calidad, puede oscilar entre mil 500 y 2 mil pesos.
“Lo natural sería que la corporación nos proporcione las herramientas de trabajo; un uniforme cada seis meses o cada año, pero no es así. Uno tiene que comprarlo, trabajar horas extras y todo por el mismo sueldo”, coincidieron agentes.
No todo es malo, dicen, “hay pros y contras, pero hay quienes batallamos más que otros. Los sindicalizados trabajan turnos de ocho horas o andan de administrativos…, pero esa ya es otra historia”, concluyeron.