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SAN LUIS POTOSÍ, SLP., 01 de diciembre de 2018.- A partir de este sábado primero de diciembre, el Museo Interactivo Laberinto de las Ciencias y las Artes presentará la exposición temporal “Vaquita Marina Entre Redes. Una historia que no debe repetirse”, pues es una especie en peligro de extinción desde hace 53 años.
Francisco Gómez, director ejecutivo del Museo La Ballena y Ciencias del Mar de Baja California Sur, señaló que está exposición fue hecha para crear consciencia sobre el grave peligro en el que se encuentra la Vaquita Marina, de la que actualmente quedan menos de 30 ejemplares y es posible que no sobrevivan para el 2019.
La “Phoconea Sinus”, es endémica de México y solo puede encontrarse en una pequeña parte del Alto Golfo de California.
Proviene de la familia de los cetáceos, que tienen un origen de 55 millones años la era del Eoceno y existe la hipótesis de que tenían la forma parecida a un perro o un lobo y para adaptarse al medio acuático tardó millones de años.
El director Gómez recordó que el año pasado se hizo un intento desesperado por salvar a la Vaquita Marina con el proyecto “Vaquita CPR (Conservación, Protección y Recuperación)”, en la que colaboraron nueve países. Se tomó como ejemplo un proyecto realizado en China para salvar a la marsopa sin aleta o marsopa negra, la cual se puso en cautiverio para reproducirse.
En un principio se intentaron recuperar al menos 10 ejemplares para crear un santuario en su mismo hábitat, mantenerlas en observación y protegerlas, mientras seguían en la tarea de retirar las redes que se encuentran en el Alto Golfo.
Se realizaron dos recuperaciones: una vaquita bebé y otra en edad de reproductiva. De la primera se pudieron obtener muestras de sangre para realizar estudios, pero tuvo que ser devuelta al mar al ser muy pequeña para estar en cautiverio. La segunda no logró sobrevivir; entró en paro cardiaco y tuvo que ser resucitada cerca de 12 veces, para finalmente morir.
El proyecto fue cancelado, pues se demostró que la Vaquita Marina no se adaptaba al contacto humano y al haber tan pocos ejemplares se decidió no arriesgar a más.
Su principal causa de muerte al quedar atrapada entre las redes pesqueras es la asfixia. Tiene pulmones en lugar de branquias, solo cuentan con un máximo de cinco minutos de vida y si no hay nadie que pueda rescatarla su muerte es segura.
Las Vaquitas Marinas no tienen valor comercial alguno, pero el pez Totoaba sí y ambos habitan la misma zona del Alto Golfo de California.
La vejiga natatoria o buche del pez Totoaba es consumido en China, pues se cree que tiene propiedades medicinales. Los pescadores ilegales llegan a ganar 8 mil dólares por kilo y en una noche llegan a atrapar entre 20 y 30 piezas.
Gómez indica que, aunque son capturados y enviados presos, pueden pagar la fianza fácilmente, “tienen el efecto Jesucristo: caen y al tercer día están de vuelta, libres de pecado”. Incluso están asociados con el negocio del narcotráfico y hay una gran red de corrupción que permiten la pesca ilegal.
Las redes utilizadas tienen una luz de malla de 10 a 12 pulgadas y al momento de ser estiradas son ideales para atrapar a cualquier especie. Estas redes deben medir 5 pulgadas, máximo 6, mientras más pequeña la luz de malla es menos posible que especies marítimas se vean atrapadas en ellas.
El director del museo señaló que no hay consecuencias ambientales si llega a desaparecer la vaquita marina, pero eso no le da el derecho al ser humano de extinguir una especie, menos por cuestiones ilegales que fomentan el crimen organizado.
Para conocer más la Vaquita Marina y los peligros a los que se enfrentan, la exposición estará disponible hasta febrero en un horario de las 11.00 de la mañana a las 18.00 horas.