
Fallece José Miramontes Zapata, fundador de la Orquesta Sinfónica de SLP
SAN LUIS POTOSÍ, SLP., 14 de marzo de 2019.- Sólo después de haberse dado a conocer los casos de acoso sexual, estudiantes de la Universidad Autónoma de San Luis Potosí (UASLP) tuvieron conocimiento del Protocolo de Atención a Casos de Acoso y Hostigamiento Sexual que opera en la institución.
En un sondeo realizado en facultades de la UASLP al menos 20 alumnas dijeron fue a partir de enero que comenzó el semestre, la institución se hizo cargo de publicar el protocolo en lugares visibles, esto como resultado de los acuerdos firmados con grupos de expresión de alumnas que apoyaron a alumnas víctimas de acoso.
Mariana Vázquez Díaz, estudiante de la facultad de derecho, expresó que ante la desesperación por la omisión de las autoridades en la escuela en dos casos de hostigamiento, alumnas y agrupaciones como el Frente Estudiantil de Mujeres Universitarias (FEMU), se encargaron de idear un mecanismo que las proteja y lograron obtener el documento del protocolo, pero que les fue difícil ya que la universidad no lo difunde.
Indicó que en su momento la Universidad no lo publicaba a la mano en su portal por lo que tenía que hacerse un proceso de búsqueda extenso en distintas páginas y áreas como el observatorio de alerta de género universitario.
A partir de entonces se pusieron a analizar el documento, se dieron cuenta que durante muchos años este protocolo se aplicó de manera inadecuada e incluso que la misma Universidad no lo difunde y ni publica constantemente a través de conferencias para que la víctima sepa a que tiene derechos.
Explicó que el protocolo se aplica de la siguiente manera, la joven víctima acude con autoridades de la institución quien debe canalizarla a la defensoría de derechos universitarios y el titular del caso debe abrir la carpeta de investigación. Contrario a lo dictaminado personal directivo de esta escuela intento resolver los casos de manera interna.
«Por lo regular los amonestan con suspensión dos semanas, las medidas cautelares para la joven es cambiarla de la clase, si es que coincide con el agresor».
Indicó que los resultados de generar presión fue lograr que la facultad se haga cargo de publicar y presentar el protocolo, la separación del catedrático agresor y además la unidad de género que se encarga de capacitar a los jóvenes estudiantes, maestros y administrativos con perspectiva de género.
Aunque falta mucho que cambiar, como no conformarse con la publicación del protocolo sino aplicarlo y hacer constantes conferencias, las alumnas seguirán trabajando porque la mujer sea respetada en esta escuela, pero les preocupa el hecho de que el fenómeno se repite en otros planteles y las facultades no hacen nada al respecto, por lo que a largo plazo planean educar a las estudiantes para erradicar este fenómeno tan visto en la UASLP.