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SAN LUIS POTOSÍ, SLP., 24 de enero de 2019.- Otro escenario natural se ubica a sólo dos kilómetros de la cabecera, son las famosas Cascadas del Pueblo, con gran infraestructura para la atención de turistas, que incluye puentes colgantes, trampolines, andadores, restaurantes, tiendas de artesanías, sanitarios y un estacionamiento amplio, que recibe a miles de visitantes cada temporada de asueto.
Es posible admirar las tres caídas de nueve y hasta 25 metros de altitud, como melenas blancas que despeñan del cerro y terminan formando pozas de diversa profundidad, las zonas hondas son aprovechadas para nadar o lanzarse de las lianas y trampolines, mientras los más pequeños de la familia pueden disfrutar de un chapuzón en las cristalinas áreas bajas, donde –prestando la debida atención- es posible observar piedras labradas, en forma de un pie y un corazón.
A un costado, las ruinas de un viejo molino permiten evocar la forma en que se aprovechaba la fuerza hídrica en el año 1890, son los vestigios de Tamasopo viejo, donde la actividad cotidiana era exprimir caña de azúcar para producir melado y piloncillo; según la remembranza expuesta en el lugar, había un trapiche cuya agua era traída de la parte alta de las cascadas y cruzaba un pequeño acueducto de piedra, que hoy día permanece de pie, abrazado por centenarios higuerones.
Si se antoja una perspectiva completa del paraje, puede continuarse en ascenso para llegar al mirador El querreque.
La benevolente naturaleza de Tamasopo, ha permitido además que particulares emprendan el acondicionamiento de parajes en sus propiedades, surcadas por la humedad característica de la zona y que permiten dar cabida a miles de paseantes en temporadas vacacionales; entre éstas destacan Las Playitas, Paso Ancho, El Paraíso y Hacienda Los Gómez, ésta última de cinco hectáreas y con amplio espacio para acampar, siete caídas de agua y corrientes cristalinas donde se disfruta de una zambullida en cualquier época del año.
Considerando este amasijo de bellezas naturales, cultura, gastronomía, inyección económica a partir de la productividad cañera y todos los elementos que describen la magia de Tamasopo –cuya cabecera municipal data de 1932-, este reducto de la Huasteca reúne las condiciones para obtener la denominación como Pueblo Mágico, convirtiéndose así en la cuarta localidad potosina con el nombramiento, luego de Real de Catorce, Xilitla y Aquismón.