Refuerza DIF Municipal bienestar alimentario en SLP
SAN LUIS POTOSÍ, SLP., 14 de agosto de 2018.- A pesar de que tres administraciones municipales no han actualizado el Plan de Desarrollo del Centro de Población Estratégico San Luis Potosí-Soledad de Graciano Sánchez, la mancha urbana capitalina que ya incluye a seis municipios conurbados, creció cinco mil hectáreas en poco más de un año, tal superficie es el equivalente a doce veces el tamaño del Parque Tangamanga Uno.
De acuerdo a un monitoreo realizado por la Facultad del Hábitat de la Universidad Autónoma de San Luis Potosí (UASLP), a cargo del profesor investigador Benjamín Alva Fuentes, la metrópoli capitalina pasó de medir 25 mil hectáreas, en 2016 a 30 mil, a principios de 2018. “A finales de 2017 aún andábamos en las 4 mil 900 hectáreas, pero a principios de 2018 se alcanzaron las 5 mil de crecimiento”.
Por otra parte, datos de la Mesa Colegiada de Autorización y Municipalización de Fraccionamientos del Ayuntamiento Capitalino, señalan que entre octubre de 2017 y julio de 2018 se aprobaron 16 nuevos desarrollos habitacionales que representan un total de 2 mil 831 nuevas viviendas y sólo en julio de este año fueron autorizados por la Comisión de Regidores de Alumbrado y Obra Pública, dos nuevos desarrollo con un total de 110 viviendas.
Así, en la actual administración municipal se han creado 31 nuevos desarrollo habitacionales con un total de 5 mil 612 viviendas para un crecimiento de 849 mil 735 metros cuadrados de nueva ciudad.
Aunque la expansión se ha dado en todas direcciones, se concentró hacia el sector sur-oriente, donde se ubica la Zona Industrial. “En la zona se está construyendo infraestructura, pero debería haber más”, advierte Alva Fuentes.
Este inusitado crecimiento urbano ha traído como consecuencia tres graves problemas a consideración del académico: en primer lugar está la complicación en la movilidad. Algunas vialidades se han saturado a tal punto que un traslado que antes requería de apenas 15 minutos ahora se recorre en 45. Este problema se vive principalmente hacia la Zona Industrial, sobre la carretera 57, pero también en vialidades como Salvador Nava Martínez.
La segunda consecuencia son las inundaciones. Hacia al poniente, y en especial hacia la zona baja de la sierra de San Miguelito ha disminuido la superficie de absorción de las corrientes y no sólo eso, a la par ha incrementado el área pavimentada de tal manera que el agua de lluvia no sólo no es absorbida hacia el subsuelo, sino que ahora baja más rápido creando problemas de encharcamiento en varios sectores debido a que tampoco se cuentan con un sistema de drenaje pluvial adecuado a esta nueva realidad urbana.
Como tercera consecuencia, considera el especialista, se podrían mencionar situaciones de precariedad. Aunque tal situación no es generalizada, advierte que comienzan a detectarse asentamientos humanos en donde no se cuenta con abasto de agua, drenaje y ni siquiera con energía eléctrica.
Destaca Alva Fuentes que tal situación resulta hasta sorprendente en una ciudad como San Luis Potosí y su zona conurbada en la cual ya se rebasó el millón de habitantes.
Crecer, pero no desarrolla
En entrevista separada, Rodolfo Guillermo Portales Castanedo, especialista en desarrollo urbano e integrante del Consejo Directivo de la Federación Mexicana de Colegios de Ingenieros Civiles, advierte que la capital potosina, al igual que otras ciudades del país crece, pero no se desarrolla. “A nivel global se ha determinado que las ciudades no se han desarrollado, sino que han crecido y este crecimiento desordenado ha sido resultado de políticas públicas poco vigiladas y de alguna manera, mal operadas que han impactado en el crecimiento”.
A ello atribuye el especialista que tengamos en la ciudad zonas inundables y otras que son vulnerables a otro tipo de fenómenos naturales como las fallas geológicas activas.
Sobre los aspectos que urge atender en el caso de la capital potosina, Portales Castanedo señala que en 2012 se entregó a las autoridades municipales de San Luis y Soledad de Graciano Sánchez el Atlas de Riesgos, y desde entonces ya se presentaba una ciudad con cierto tipo de males urbanos como los mencionados. “Por supuesto también está todo el tema del agua que tiene que ver con su dotación y distribución, pero también con el aprovechamiento del agua pluvial. Se tiene esta problemática que se ha estado atendiendo de una manera dispersa. Es importante hacer todo un estudio hídrico para el valle para resolver las diferentes vertientes que tiene el elemento agua. La disponibilidad que tendríamos en un futuro cercano y cómo vamos a resolver su escases”.
La movilidad
Portales Castanedo coincide con Alva Fuentes en el tema de la movilidad que es y ha sido un factor que no se ha podido adecuar y en el que se hace necesario de manera urgente poner atención. “A finales de 2012 y principios de 2013 se elaboró un estudio de movilidad con una orientación hacia la implementación de un sistema de transporte masivo para el beneficio de los habitantes de toda la zona urbana de San Luis Potosí”.
Explica que dicho proyecto, sin embargo, se focalizó a atender a la población que se traslada a la Zona Industrial, dejando de lado al resto de la ciudadanía y al resto de los factores que intervienen en la movilidad, “porque no solo nos movemos personas, se mueven bienes y mercancías”.
Sobre el tema Alva Fuentes señala que de acuerdo a trabajos de monitoreo realizados por el área de posgrado de la Facultad del Hábitat, cada día transitan alrededor de 200 mil vehículos por la carretera 57, sólo entre la Zona Industrial y el Centro Histórico de la ciudad, en ambos sentidos. “El año pasado eran 180 mil y se espera que para los dos próximos años el flujo aumente hasta los 250 mil”.
Señala que debido a la carga creciente se requieren vías alternas porque la carretera 57 será insuficiente. Además, entre el Centro Histórico y el área circundante entre cinco y diez kilómetros, aún hay terrenos disponibles en los cuales se podrá construir cualquier tipo de infraestructura lo que aumentará la ya existente carga vehicular.
“En especial hacia donde está el Periférico Oriente y Villa de Pozos, hay terrenos vacíos que se pueden utilizar de diferentes formas lo cual conllevará a un mayor flujo vehicular por lo que son necesarias nuevas vialidades que incluyan infraestructura para nuevas formas de movilidad, como el uso de bicicletas de manera segura o transportes colectivos de mayor capacidad con conexiones troncales”.
Explica Alva Fuentes que los llamados “pares viales” a la carretera 57, “son viables aunque habría que verlos técnicamente uno por uno, para saber cómo resolver algunos puntos, como el paso por la parte de la sierra de San Miguelito, por ejemplo”.
Señala que a la par, tiene que haber una reingeniería vial ya que deben implementarse restricciones de estacionamiento donde se espera que el tránsito sea más fluido como en las avenidas Juárez y Salk además de que se deben ampliar en ambos casos sus carriles de circulación.