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Arde automóvil en tramo carretero Álamo-Tamazunchale
San Luis Potosí, SLP., 13 de septiembre de 2018.- Este jueves se cumplen 11 años del asesinato del Comandante Jaime Gerardo Flores Escamilla, ejecutado a plena luz del día y frente a sus familiares cuando ocupaba el cargo de Director General de Seguridad Pública Estatal en San Luis Potosí, durante el sexenio del ex gobernador Marcelo de los Santos Fraga.
Este asesinato de alto impacto marcó un parteaguas, pues desde entonces no ha cesado el clima de violencia en en Estado.
Aquella tarde de jueves, el comandante se dirigió junto con su esposa e hijo de dos años a un restaurante de mariscos ubicado en la esquina de las calles Rutilo Torres y Alejandrina de la colonia Valle Dorado. Eran las 15 horas, no llevaba escoltas. Nadie se imaginaba que al estacionarse afuera del restaurante llegarían sujetos fuertemente armados, quienes sacaron del vehículo a los familiares del comandante, a quien primero dispararon en la sien. Aún así, los sicarios se aseguraron de que el hombre no sobreviviera. Lo acribillaron con certeros balazos de fusiles R-15.
En el lugar se contabilizaron entre 40 y 50 casquillos. La esposa y el hijo del comandante sobrevivieron, pero fueron testigos de un crimen que paralizó al sistema de seguridad pública y que a la postre provocaría la renuncia del Secretario Ejecutivo del Consejo de Seguridad Pública Estatal, Marco Antonio Novella, quien encabezaba el gabinete de seguridad del entonces Gobernador, Marcelo de los Santos Fraga.
Han pasado once años. Más de una década de impunidad, a pesar de que los diferentes niveles de gobierno anunciaron aquel trágico día que se efectuaría un operativo conjunto para dar con los responsables del crimen del Director de la Policía Estatal. Nunca hubo detenidos.
En este aniversario luctuoso, como se ha hecho en la última década, se habrá de montar una guardia de honor para recordar al comandante Flores Escamilla, el único emanado del interior de la corporación; aquel que subió cada escalafón hasta llegar a la Dirección General. Aquel que durante 25 años se entregó a su institución hasta el día de su muerte.