
¡Las 45 pruebas de que son los peores presidentes!
El pasado 11 de marzo dimos a conocer, tras una entrevista con él, la situación que han vivido el académico y cineasta Salvador Díaz Sánchez, así como otros maestros y alumnos, ante el acoso por parte de las autoridades de la Universidad Autónoma de Chapingo.
La información ha sido actualizada en algunos medios —entre ellos La Jornada— que el 6 de julio publicó una denuncia más amplia y global de parte de maestros y estudiantes. En esta se describen formas de acoso y acusaciones diversas que incluso han derivado en denuncias penales.
Por considerar que el hecho es grave, al tratarse de una reconocida universidad pública, reproduzco la crónica correspondiente, en la que también se incluye una grave denuncia contra el grupo político priista Antorcha Campesina.
Tras meses de una agresión constante, el cineasta Salvador Díaz Sánchez ha denunciado insistentemente el acoso por parte de las autoridades de la Universidad Autónoma de Chapingo. Este se ha expresado mediante campañas en videos, memes, volantes, pancartas e incluso en televisión abierta.
Egresado del CUEC y de la carrera de Ciencias de la Comunicación de la UNAM, Díaz Sánchez ha sido académico durante varias décadas en esa casa de estudios. Ha recibido dos premios Ariel, uno de ellos por Los encontraremos, obra centrada en la lucha de doña Rosario Ibarra de Piedra por su hijo desaparecido. La activista lo acompañó el día que recibió la distinción.
El otro Ariel lo obtuvo por Juchitán, lugar de las flores, documental sobre la lucha de la COCEI, en el que se denuncian condiciones de represión en ese pueblo por parte del sistema priista.
Según Díaz Sánchez, la agresión no es solo contra él, sino también contra un grupo de reconocidos académicos, entre ellos Juan Ángel Álvarez y Fidel Amado Sánchez, maestro de danza. Algunos de ellos ya han sido despedidos.
La persecución se ha concentrado, desde abril de 2023, en los Talleres Culturales de la Dirección de Difusión Cultural. Coincide con la toma de posesión de la universidad por parte del PRI, con presencia de Antorcha Campesina, grupo que —según denuncia— se ha ensañado particularmente con Díaz Sánchez.
También se ha intentado despedir al videoasta, pero la ley lo ha impedido, al contar con más de 20 años de antigüedad laboral. Sin embargo, asegura que buscan una causa penal para justificar su salida. Esa causa sería una acusación de agresión sexual, lo que califica como paradójico, ya que el rector Ángel Garduño García también ha sido denunciado por ese delito, con pruebas aportadas por una joven alumna, según medios como la revista Proceso.
A Díaz Sánchez le han colgado fotos enormes en tendederos internos, señalándolo de agresor sexual, sin prueba alguna. Enfrenta además un juicio por “daño moral” interpuesto por un subdirector de la administración vinculada a Antorcha, al cual debe acudir periódicamente a declarar.
Según el académico, la famosa universidad ha sufrido un claro retroceso en tiempos recientes, bajo el control de un grupo que, dice, “solo se interesa en mantener sus fuentes de lucro”. Esto no solo ha afectado el ámbito académico, sino también las condiciones de alumnos y trabajadores.
Se han reportado casos de estudiantes dados de baja de forma injusta, cámaras instaladas en dormitorios, maestros vejados públicamente, trabajadores en juicio laboral, despidos sin justificación, y profesores en procesos de amparo.
El grupo de inconformes declaró a La Jornada que “es necesario que autoridades federales intervengan y pongan un alto a la política persecutoria de la administración universitaria y exijan transparencia en el manejo de los recursos que le entrega la Federación”.
Han solicitado la intervención de la Presidencia, así como de las Secretarías de Gobernación y de Agricultura y Desarrollo Rural.