San Luis Potosí, un estado de contradicciones y asimetrías

SAN LUIS POTOSÍ, SLP., 31 de diciembre de 2018.- La doctora María Cecilia Costero Garbarino del programa de Estudios Políticos e Internacionales del Colegio de San Luis (COLSAN), explicó que en el Índice de Desarrollo Humano establecido por el Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), en el que se evalúan logros de diversas dimensiones en los países, como la esperanza de vida, natalidad, escolaridad, ingreso familiar y consumo per cápita, ubica a México en un nivel alto.

Sin embargo, cuando se trabaja con otras formas de medición como el Índice del Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval) las mediciones de pobreza son distintas, pues se dan a nivel municipal y además entrega comparativos de años anteriores; se manejan índices históricos para saber qué ocurre en cada estado del país.

Existen una serie de indicadores que maneja Coneval para medir y analizar el grado de carencia social, como el rezago educativo, el acceso a la salud a la población dentro de una entidad federativa, el acceso a la vivienda. Índices en los que el Estado no ha empeorado.

Pero hay otros dos índices que muestran la mala situación en San Luis Potosí: índice de seguridad social, en el que el 74 por ciento de la población no se siente segura y han sufrido algún tipo de delincuencia; el acceso a la alimentación, donde los niveles está bajando desde el nuevo milenio.

Explicó que cuando una determinada población o sector social tiene algún tipo de carencia, sea cual sea, se dice que están en grado de pobreza, pero cuando las poblaciones tienen uno o más indicadores en el que se está fallando, se vive en contextos de pobreza extrema.

Desde la época de Salinas de Gortari, los gobiernos han implementado una serie de programas sociales que han sido poco efectivos, como Solidaridad, Progresa y Oportunidades, que están enfocados al asistencialismo y no han logrado revertir las causas de la pobreza, ya sea de una o varias carencias.

La doctora Costero Garbarino, indicó que la pobreza no se resuelve con el asistencialismo, pues los problemas son complejos y las soluciones tienen que ser multidisciplinarias.
Se tienen que atender los casos particulares de cada municipio y no tratar de aplicar una única solución a 58 municipios que son totalmente distintos, en el que se tome en cuenta la vocación histórica de cada uno, las particularidades, a lo que se produce y vínculos internacionales y regionales.

En San Luis Potosí y, según los informes de Coneval, los municipios que continúan en niveles de pobreza son: Santa Catarina, San Antonio, Villa de Ramos, Tanlajas y Coxcatlan. Éstos también cuentan con niveles de pobreza extrema y además se incluye a Tancanhuitz.

Señaló que aunque parezca que en unos años los niveles de pobreza se mejoran, estos no se mantienen.

En el Estado se cuenta con un 46 por ciento de la población viviendo en índices de pobreza, es decir 1.3 millones de personas; mientras que un 52 por ciento vive en pobreza extrema, casi 300 mil habitantes.

A nivel nacional, San Luis Potosí es uno de los estados que capta mayores flujos de inversión extranjera directa; más de mil millones de dólares entre 2015 y 2017, y el gobierno en turno dice que somos uno de los estados en el que el Producto Interno Bruto (PIB) ha aumentado a 3.4 por ciento, respecto a la participación nacional, pero este PIB de flujo de capitales no está distribuido.

Este aumento se concentra en la capital, en empresas muy selectivas como la del sector automotriz. Hay muy pocos capitales de municipios en los que fluya la inversión extranjera y que los datos que ofrece el gobierno municipal se repliquen en otras zonas.

El discurso de todos los gobiernos estatales, incluyendo el actual, es: “vamos a seguir liberalizándonos” y abrirse a capitales externos, pues se abren posibilidades de empleo. Esta es una verdad a medias ya que hay que ver qué tipos de trabajos se están abriendo y el tipo de posibilidades.

Otro de los índices es aquel que tiene que ver con el por ciento de la población que tiene un ingreso laboral en cuestión salarial y que tiene garantizado una canasta alimentaria básica, la cual está empeorando.

El estado aún apuesta por la migración y las remesas, la cual siguen siendo fundamentales para el estado, y estas crecen año con año. No puede ser una política de estado.
Somos un estado con grandes asimetrías y contradicciones.

Costero Garbarino indicó que se cuenta con una población económicamente activa, pero su ingreso es tan mínimo que no se puede salir de la pobreza. Por lo que hay que abrir posibilidades de empleo a jóvenes, y de inserción laboral, que garantice un cierto nivel mínimo de bienestar.