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SAN LUIS POTOSÍ, SLP., 29 de mayo de 2019.- Cuando una zona forestal sufre algún siniestro, debe seguir un proceso de restauración que considere diversos aspectos, para que su recuperación sea de manera adecuada e integral.
El doctor Joel David Flores Rivas, coordinador científico del Consorcio de Investigación, Innovación y Desarrollo para las Zonas Áridas (Ciidza) e investigador del Instituto Potosino de Investigación Científica y Tecnológica (Ipicyt), indicó que antes de toda restauración deben esperar a que las cenizas se enfríen.
Una vez que los elementos surgidos durante los siniestros -como los metales pesados y que pueden ser peligrosos para la salud- hayan desaparecido, se puede iniciar con las investigaciones para saber qué tanto se afectó la zona, además de observar el tipo de vegetación que existe a los alrededores para saber cuál era la existente y que resultó afectada.
Aunque las personas traten de ayudar al territorio afectado al plantar nuevos árboles, estas acciones pueden resultar contraproducentes, “hay que ver qué especies son las adecuadas, cuáles son las que estaban ahí antes y de éstas, cuáles son las que tolerarían condiciones de alta radiación solar”.
Además de que las plantaciones deben realizarse en temporada de lluvias, “no tendría caso hacerlo ahora que no ha llovido nada en meses, porque se va a morir todo”, dijo Flores Rivas.
El especialista añadió que cuando se llega a plantar una especie exótica en una zona que no le corresponde, se altera el ecosistema, “por ejemplo, si se plantan eucaliptos, que son especies originarias de Australia, tienes características que alteran las condiciones del suelo; en las hojas hay unos compuestos llamados alelopáticos que impide que germinen y se establezcan otras especies nativas”.
Es complicado establecer el tiempo que le llevará a una zona forestal restaurarse por completo, “va a depender de muchas cosas. De manera natural es complicado porque muchas veces cuando hay perturbaciones de este tipo y si no hay un manejo adecuado, a lo mejor en las siguientes lluvias se va a erosionar el suelo”.
Por lo que se necesita de la ayuda del ser humano para poder reestablecerse, que esté sustentada por la ciencia y que se involucren diversas instancias como la Comisión Nacional Forestal (Conafor), “obviamente puede participar la gente que esté interesada, pero que siempre esté en contacto con las personas adecuadas”, explicó Joel David Flores.
Cuando se realice una restauración forestal también se debe contar con semillas que provengan de la misma zona, no importa si se cuenta con especies en otros estados, “lo ideal es que se tengan plántulas, pero que provengan de semillas de los alrededores donde hubo incendios”.
De igual forma se debe considerar qué tan perturbada se encontraba la zona donde ocurrió el siniestro, es decir aquellas zonas en donde hubo una gran intervención del ser humano como la tala de árboles, la construcción de caminos y la agricultura, que provocan un gran daño en el suelo.
La incorporación de la fauna también es primordial para la recuperación de las zonas forestales, ya que son polinizadores y dispersores de semillas. Sin embargo, primero hay que crear las condiciones adecuadas para los animales.
“Muchas veces utilizan los árboles como refugio, como perchas; si los llevamos y no hay las condiciones adecuadas pueden irse y buscar otro lugar”, indicó.
El doctor Flores Rivas es ingeniero forestal por la Universidad de Autónoma de Nuevo León, con doctorado en Ecología y Manejo de Recursos Naturales por el Instituto de Ecología de Xalapa, Veracruz.