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SAN LUIS POTOSÍ, SLP., 26 de marzo de 2024.- En la zona media del estado potosino existen dos regiones indígenas, la xi’iuy norte y la sur, que se han dedicado a preservar sus tradiciones por varios años, siendo la quema de Judas en Semana Santa uno de los patrimonios culturales con más de dos siglos de historia entre la comunidad xi’iuy de la zona norte del estado, en el municipio de Ciudad del Maíz, en la comunidad San José, un ejido pegado a la cabecera municipal.
Con la reciente incorporación del municipio al esquema de pueblos mágicos en esta Semana Santa se vuelve imperdible esta tradición que reúne a los habitantes de la zona con turistas locales y nacionales en donde se concentran hasta 25 mil espectadores.
Sin embargo, como todas las tradiciones de Semana Santa, tiene su origen en el Miércoles de Ceniza, cuando los habitantes del ejido recorren el pueblo personificado a manera de recordatorio.
Se da continuidad con el Jueves Santo, cuando se realiza la última cena para posteriormente el Viernes Santo la crucifixión de Jesús y el Sábado Santo con el duelo por la muerte de Jesús, para dar entrada al domingo con la quema de Judas.
El rito religioso que castiga el desacato de Judas Iscariote a Jesucristo empieza con el recorrido de los diablos que son personificados por los habitantes del Maíz, en específico los integrantes de la etnia xi’iuy norte, del Barrio Villa de San José, quienes ofrecen culto durante la Semana Santa.
Fieles a la tradición elaboran sus máscaras, látigos bordados con coloridos listones y vestidos de negro recorren las calles del barrio y el municipio acompañados de garrocheros y fariseos con listones de colores que representan la salida del mal y su erradicación entre los pobladores acompañados de danzas.
Los judas son elaboraciones artesanales hechas a base de carrizo, cartón, papel de China y pólvora que donan los habitantes, mismas que llegan a medir cerca de un metro de altura y que se elaboran de personas que le han hecho el mal al pueblo quemando así sus pecados.
Las figuras de Judas son quemadas en la plaza principal en donde se exhiben hasta el día de la quema, luego comienza la verbena popular y con esto se da fin a las actividades de Semana Santa entre los habitantes del Maíz, continuando una tradición de más de dos siglos.