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SAN LUIS POTOSÍ, SLP., 16 de agosto de 2019.- En el Instituto Potosino de Investigación Científica y Tecnológica (Ipicyt), se lleva a cabo el proyecto Materiales reactivos para la recuperación de fósforo en aguas residuales municipales tratadas, por parte del doctor César Nieto Delgado, de la división de Ciencias Ambientales.
Indicó que se trata de un problema ambiental y de seguridad alimentaria, ya que el fósforo es uno de los principales componentes que forman los fertilizantes utilizados para producir los alimentos en todo el mundo; junto con el nitrógeno y el potasio, es esencial para generar cualquier planta. Sin embargo, al ser un recurso mineral, es finito.
En la actualidad hay varios yacimientos de fósforo comprobables en diversas partes del mundo, principalmente en Marruecos, China y Estados Unidos. En México también hay yacimientos, pero su explotación no es suficiente para el abastecimiento, por lo que es importado.
Aunque es finito, no desaparece, sino que entra en el ciclo de la producción de alimentos, el cual pasa a la mesa de las personas y se desecha como basura o excretas.
Este fósforo termina en aguas residuales municipales, en donde las plantas de tratamiento eliminan parte de sus nutrientes. Mientras que del agua tratada y clarificada, aún se puede obtener una pequeña cantidad.
El objetivo de la investigación es generar una tecnología que permita reintegrar el fósforo que se encuentra en el agua tratada, a la cadena alimenticia. Se toma y se vuelve a hacer sólido, para que funcione como materia prima y permita generar formulaciones de fertilizantes o para su aplicación directa.
Como la concentración de fósforo en el agua residual municipal tratada es muy pequeña, de orden de dos miligramos por litro, hay un reto por superar. Aunque la legislación permite cinco partes por millón, el doctor Nieto Delgado indicó que las plantas de tratamiento del estado y otras localidades, se observa entre dos y cuatro partes por millón.
A esto se suma que el agua residual es compleja debido a que contiene más elementos, que si son capturados, dañan el fósforo que pueda utilizarse después.
En este proyecto han diseñado materiales reactivos sólidos a base de carbonatos de metales, que al momento de combinarse con el agua que contiene fósforo, reacciona y lo precipita.
Por el momento, han realizado pruebas de concepto y a escala laboratorio, exitosas, por lo que el doctor Nieto Delgado considera que es un proyecto alentador rentable, que puede funcionar a una escala mayor. Esperan que entre este año y la mitad del 2020, se cuenten con pruebas listas a escala semi-piloto para ser montadas en una planta de tratamiento.