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SAN LUIS POTOSÍ, SLP., 22 de julio de 2022.- Sin luz, teléfono, agua potable por lapsos de una semana, pagando de su bolsillo los servicios y entre carencias que rayan en la precariedad monástica, es como pasantes de medicina en San Luis Potosí describen este proceso de formación profesional en comunidades rurales de la región Huasteca Sur, donde incluso tres jóvenes fueron hostigadas por integrantes de células delictivas y fue necesario su rescate.
Tras los recientes hechos que han aquejado a la comunidad médica por el asesinato de Erick Andrade, pasante de medicina radicado en Pueblo Nuevo, Durango, distintas universidades del estado han tomado la determinación de retirar a sus pasantes de zona de riesgo; no obstante, en San Luis hay precedente de ello en el año 2018, cuando la inseguridad recrudeció y varios jóvenes fueron sacados de algunas zonas por indicación de la Universidad Autónoma de San Luis Potosí.
En entrevista con R.N., uno de los prestadores de Servicio Social Médico -de quien se omiten sus generales por temor a represalias-, esta actividad formativa nace como una forma de retribuirle la sociedad, pero actualmente los toman como mano de obra gratuita y no hay recursos para la subsistencia básica, por lo que incluso él paga el servicio de internet de su bolsa.
“Muchas de las clínicas o Centros de Salud del Estado no tienen servicios de agua, luz, gas, entre otras; hemos estado una semana sin líquido, pero el mayor riesgo tiene que ver con los actos de violencia en sus diferentes modalidades porque ahora se está volviendo más frecuente y vivimos con el temor de que algo pase”, continuó.
El joven relató que en este primer semestre del año ha temido por su seguridad en más de una ocasión, aunque sigue siendo afortunado porque compañeros de su misma jurisdicción o de la facultad han tenido que lidiar con distintos problemas relacionados a la seguridad; “Por ejemplo un caso en el que tres compañeras fueron acosadas por integrantes de bandas delictivas, y sus superiores en la Jurisdicción Sanitaria no actuaron ni para investigar, menos para garantizar su seguridad”, narró.
El actual rector de la UASLP y otrora director de la Facultad de Medicina, Dr. Alejandro Zermeño Guerra, declaró en más de una ocasión que el Servicio Social comunitario es obligatorio, pero en ocasiones las condiciones no son las adecuadas para los estudiantes.
Sin embargo, el panorama es igual en todo el país y muchos estudiantes deben enfrentarse a problemas de inseguridad, carencias económicas, falta de insumos, sobre explotación o realizar labores directivas y administrativas de manera obligada.
Pese al escenario adverso, el entrevistado aseguró que la UASLP ha respondido favorablemente en situaciones como estas para apoyarlos, pues son quienes están a cargo de las Jurisdicciones quienes suelen no resolver nada.
“En mi opinión, esta situación precaria tanto de insumos, acciones y seguridad, sigue siendo problema Federal y de las jurisdicciones”, finalizó.