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SAN LUIS POTOSÍ, SLP., 23 de agosto de 2018. Emma Calo es soprano, Arturo Torres es tenor y Francisco Coronado es barítono. Los tres son originarios de San Luis Potosí, juntos conforman la compañía de ópera Vita Voce y hace un año decidieron llevar su canto a los espacios urbanos de esta capital potosina.
Los tres jóvenes han hecho un esfuerzo por llevar el canto lírico a las calles. El objetivo es muy claro: expandir el gusto por la ópera, dado que este tipo de expresión artística no es tan accesible para la población.
Poco a poco están cumpliendo su objetivo, cada vez que se posan en la esquina del pasaje Manuel José Othón y el pasaje Zaragoza del centro histórico, justo frente a la emblemática Catedral de San Luis Potosí, reciben aplausos, sonrisas, expresiones de asombro y gratificaciones económicas del público potosino.
Emma tiene 26 años. Su voz eriza la piel. El año pasado participó en el concurso televisivo La Voz México, dónde bajo el mando de la cantante Laura Pausini, llegó a la tercera de cinco etapas. Para ella, mostrar el canto lírico en la calle es aportar a una nueva valoración de la música clásica.
«Quizás mucha gente no tiene la posibilidad de asistir a eventos de ópera porque son caros, o a veces la gente no asiste porque no hay suficiente difusión” refiere Emma, y orgullosa agrega: “ahora la gente se acerca y nos dice que gracias a nosotros ya les gusta la ópera».
Arturo Torres, de 32 años, voz tenor, muestra gran alegría con el cariño del respetable. Hay gente que coopera con las monedas que traen en los bolsillos, otros dejan billetes de 50, 100 o hasta 200 pesos, pero más que eso, a Arturo le emociona que le pidan una foto o que lo feliciten.
Celebra que en San Luis Potosí y otras ciudades de la república que ha visitado como Guadalajara, Aguascalientes, Tuxtla Gutiérrez, San Miguel de Allende, Puebla, Fresnillo y Oaxaca, la respuesta del público siempre sea de júbilo.
El barítono del grupo, Francisco Coronado, de 33 años, se distingue por una historia de lucha constante. Ha trabajado cantando en camiones del transporte público, también ha participado en festivales estatales de ópera. Busca prepararse siempre.
«No importa si estamos en un escenario, en un camión o en la calle; siempre habrá personas que tengan esa hambre de sentir cómo nos entregamos al público», considera.
Finalmente, los tres afirmaron que independiente del apoyo al sector cultural por parte de las autoridades gubernamentales, para que haya una nueva valoración de la ópera, debe haber interés de los propios cantantes para acercar esta forma de arte al público, tal como lo hacen ellos.