Entre amenazas y tensiones eligen a Alcaldesa interina de Tancanhuitz
SAN LUIS POTOSÍ, SLP., 18 de marzo de 2019.- El camino de formación académica ha sido un desafío impensable para Vanesa Esmeralda Hernández, una joven mujer transgénero de 27 años que cursa la carrera de diseño industrial en la Universidad Autónoma de San Luis Potosí.
Pese al relego, la discriminación y los cuchicheos al por mayor debido a su modificación de género, sabe que no hay espacio para desistir y se reúsa a terminar como muchas otras mujeres como ella, quienes encuentran en la prostitución su única forma de producir ingresos.
Según considera, al no contar con protocolos de atención a personas transgénero, las instituciones educativas abonan a la discriminación; “creo que la Universidad (UASLP) tiene la responsabilidad de capacitar a sus catedráticos y que no haya discriminación, para evitar que personas transgénero acaben ejerciendo la prostitución por este tipo de trabas en el ámbito productivo”, citó.
Desde su perspectiva, cuando un hombre comienza a realizar tratamientos de reemplazo hormonal para cambiar de género, comienzan a cerrarse todas las puertas; nadie puede ver a una mujer transgénero como un ser perfectamente capaz de aportar algo productivo a la sociedad, derivado de los señalamientos mediáticos, terminan por dejar a un lado la posibilidad de tener una preparación profesional.
Ahí, donde nadie les exige una identidad, ni siquiera un género definido… terminan por condenar sus días a algo que quizá no habrían querido elegir, para lograr ingresos y sobrevivir.
“¿Cómo vas a sobrevivir? Esto es lo que nos lleva a buscar trabajos alternos; desafortunadamente no tenemos un censo de personas dedicadas al sexo servicio en San Luis, por eso no podemos saber cuántas de las que desertan de sus carreras se orillan a prostituirse”, citó.