Sospechoso de asesinato en Venado seguirá proceso tras las rejas
SAN LUIS POTOSÍ, SLP., 19 de agosto de 2018.- A las siete de la mañana, en el fraccionamiento Gálvez en San Luis Potosí, despierta José Alberto Arellano Martínez o Pepe, como es conocido. Al levantarse se ducha, se prepara el desayuno, toma sus cosas para ir al gimnasio y sale a la Unidad Deportiva Universitaria (UDU), ubicada a 30 minutos de su casa.
Entrena una o dos horas dependiendo su rutina. Un día ejercita pecho, hombros, brazos y otro espalda o pierna.
Pepe nació a los cinco meses de gestación el 11 de agosto de 1990; a las pocas horas de vida se le diagnosticó una malformación del sistema nervioso central de origen congénito, con repercusión en la columna cervical, dorsal o lumbar.
Además, padeció hidrocefalia, que controló gracias a una válvula reguladora del líquido. Han pasado casi 27 años, Pepe Arellano no tiene sensibilidad de las rodillas a los pies.
“Aunque quisiera cambiar, sé que mi discapacidad seguirá; nací con ella”. Pepe es atleta, velocista paralímpico y cada tarde, de lunes a viernes, dedica dos horas a entrenar en la pista de la UDU.
Pepe representó a San Luis Potosí en los XLIII Juegos Nacionales Sobre Sillas de Ruedas, celebrados en Querétaro en abril de este año. Para ello se preparó tres meses, con entrenamientos de hasta tres horas diarias en pista y dos en el gimnasio.
¿Qué llevó a José Arellano a ser velocista?
Cuando Pepe tenía 25 años practicaba solo en el gimnasio. Un día mientras transitaba por la avenida José de Gálvez, Carlos integrante de “Los Indestructibles”, equipo de basquetbol sobre silla de ruedas, lo alcanzó a cuatro cuadras de la UDU y lo invitó a integrarse al equipo.
En los entrenamientos Pepe demostró ser veloz y un día le sugirieron inscribirse en el medio maratón de La Cantera.
Hace dos años participó por primera vez como atleta y quedó en el doceavo lugar. En su segunda competencia, el año pasado, ocupó el cuarto lugar.
Pepe se ha inscrito en carreras sin categoría en silla de ruedas. “Se me quedaban viendo, mejor dicho, veían mi silla de ruedas. Yo les decía: inscríbame, mi silla no es impedimento”.
La tenacidad de Pepe le ha sembrado el sueño de llegar a representar a México a nivel internacional y le gustaría ser convocado por el Comisión Nacional de Cultura Física y Deporte para tener acceso a los beneficios de los Centros Paralímpicos Mexicanos.