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SAN LUIS POTOSÍ, SLP., 30 de mayo de 2025.- En México se realizan más de 900 mil procedimientos estéticos al año, lo que coloca al país como el cuarto lugar mundial en cirugías plásticas, según datos de la Sociedad Internacional de Cirugía Plástica Estética (ISAPS).
Liposucción, aumento de senos, rinoplastia, abdominoplastia, blefaroplastia y lipopapada son algunas de las intervenciones más populares entre las mexicanas.
En los últimos años, su demanda ha crecido debido a una mayor accesibilidad económica y una fuerte presión social por cumplir con ciertos estándares de belleza.
Aunque estos procedimientos son cada vez más comunes, autoridades sanitarias han lanzado alertas por el incremento de clínicas patito que ofrecen servicios sin regulación ni profesionales capacitados.
La Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (Cofepris) ha suspendido operaciones en más de 260 clínicas estéticas por falta de licencia sanitaria, uso de insumos caducados y personal sin acreditación médica.
Entre los principales riesgos destacan infecciones, deformaciones, secuelas permanentes e incluso muertes, como ha ocurrido en varios casos documentados por medios nacionales e internacionales.
Los precios también varían considerablemente: una liposucción puede costar entre 40 mil y 90 mil pesos, mientras que un aumento de senos ronda entre 60 mil y 85 mil pesos, según el portal American Health & Fitness.
El fenómeno de las tuneadas ha llevado incluso a la organización de tandas entre amigas para juntar dinero y someterse a cirugías corporales, priorizando el cambio estético aunque sea en clínicas sin aval oficial.
Desde el ámbito psicológico, especialistas advierten sobre la necesidad de evaluar la autoestima, la presión social y el impacto emocional que motiva estas decisiones.
Para muchas mujeres, la modificación física se ha convertido en sinónimo de aceptación, lo que puede generar dependencia emocional o trastornos de imagen corporal.
La Cofepris recomienda verificar que las clínicas cuenten con licencia sanitaria, que el personal esté certificado y que los procedimientos sean realizados en instalaciones autorizadas.