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SAN LUIS POTOSÍ, SLP., 12 de diciembre 2020.- Con la reciente muerte del ex astro del futbol, Diego Armando Maradona, quien tuvo una vida llena de escándalos y éxitos, en una actividad deportiva que más allá de lo mediático no contribuye de alguna manera enriquecedora y útil a la sociedad como lo haría el descubrimiento de la cura de alguna enfermedad como el Covid 19, el antropólogo Ricardo Muñoz Arenas dijo que todo estriba, en una responsabilidad compartida entre los medios de comunicación y los gobiernos.
El especialista en estudios sociales resaltó que debido a que el futbol representa más ganancias económicas e intereses políticos, se da un lugar privilegiado a figuras como la del ex atleta conocido como El Pelusa, que a la labor de algún científico o filántropo que enriquece culturalmente, encuentra curas para enfermedades o bien desarrolla alguna contribución de importancia para la humanidad.
“Los medios tienen un papel fundamental en la sociedad y nos van manejando nuestras conductas, desde lo que consumimos hasta cómo nos comportamos. Maradona era una persona de origen humilde que cuando llega a la fama y se ve con mucho dinero, le llegaron las malas amistades y se metió en un sinfín de cuestiones que nada tienen que ver con su actividad principal, pero precisamente son los medios quienes se encargan de resaltar esos defectos que tuvo la persona”.
Ricardo Muñoz Arenas atribuyó la poca atención que presta la sociedad a actividades científicas y culturales, debido a los intereses de los mismos gobernante o políticos quienes dictan lo que los medios de comunicación difunden por servir a sus conveniencias.
“El futbol es un negocio a nivel mundial que no se compara con la ciencia, lo vemos en nuestro país, a lo que es cultura y ciencia le van restando economía del estado, pero siguen luchando porque haya futbol”.
Otro rubro que es del interés mediático y económico, es el de la religión, por ello personajes como Juan Pablo II o la madre Teresa de Calcuta, han tomado un lugar a nivel social por encima de personas que aportan algo de más relevancia para la humanidad, según dijo. El caso del Dalai Lama es algo similar: los medios lo han martirizado por una cuestión política, social y territorial del gobierno de China.
“Con él tenemos el problema de que se le considera por el gobierno chino un prófugo, un delincuente, nunca han reconocido la ocupación del Tíbet por parte del gobierno chino; el Tíbet no tiene el poder económico de la religión católica para que los medios le den esa relevancia y como China sí tiene ese alcance, lo van bloqueando para que no resalte”, opinó.
En cuanto a personajes a quienes socialmente se les ha incluido en una cultura de apología como son las cabezas del crimen organizado, el antropólogo refirió que el fenómeno se presenta debido a que, aunque sea un dinero de actividades ilícitas, se da trabajo a la gente y en ocasiones tienen acciones hacia la sociedad que ni el mismo gobierno realiza.
“Contribuyen a sacar a gran parte de la población de esa pobreza, ya sea dándoles trabajo que, aunque no sea lícito, les deja una remuneración económica; por otro lado, muchas veces ayudan más que los mismos gobiernos y a su vez los gobiernos que no tienen acciones claras para mantener a la gente contenta, aprovechan este tipo de personajes para ganar adeptos diciendo que están luchando contra la delincuencia”.
Finalmente, el especialista social Ricardo Muñoz dijo que la responsabilidad de dar la importancia necesaria a personas que realmente dejan provecho socialmente o contribuyen al desarrollo de la humanidad en campos que son vitales como la salud, la ciencia o la educación, es de los medios que no se han dejado corromper por los gobiernos, aunque también para romper este círculo vicioso se necesita que la población lea y se informe de fuentes confiables.
“Necesitamos que las grandes masas lean, se informen, pero de fuentes verídicas, que no se dejen llevar por lo que dicen los medios que en su mayoría están manejados”
Ricardo Muñoz Arenas / Antropólogo