
Mala salud bucal puede causar diabetes, cardiopatías y otras enfermedades
SAN LUIS POTOSÍ, SLP., 21 de junio de 2020.- En esta pandemia la ética de los médicos se pone de manifiesto pues se arriesgan al atender a los pacientes con Covid 19 y no solo ellos, sino también sus familias cuando alguno de ellos resulta enfermo, pero en algunos casos se encuentran ante el abandono de las propias instituciones a las que sirven, al señalamiento y desprecio de vecinos, conocidos e incluso de familiares, y sobre todo a la falta de apoyo tanto económico como moral.
Este es el caso del médico urgenciólogo Moisés Ávila, de 36 años, quien trabaja para el Hospital General del ISSSTE y quien resultó con Covid 19 luego de atender a pacientes. Estuvo internado en el Hospital 50 del IMSS en terapia intensiva.
Verónica Espinoza, esposa del médico, narró a Quadratín SLP la odisea que ha tenido que enfrentar debido a la enfermedad de su esposo, a quien desde el principio que tenía sospechas de estar contagiado le dijeron que no podía presentarse a trabajar porque si iba y su prueba salía positiva valía como riesgo y que si no se apersonaba y era negativa, le iban dejar de dar los estímulos que representan la mitad de su sueldo.
El médico fue confirmado como positivo al Covid 19 el día 6 de marzo, y trabajaba en el Hospital General del ISSSTE y en el IMSS.
Según relató su esposa, tenía mucha carga de trabajo en turnos de 12 horas y casi no comía porque el traje especial que tenía que aguantar tiene tres o cuatro gorros y hace sudar mucho, lo que además provoca que les falta el aire porque está muy caliente.
«No pueden respirar bien, casi no comen y en el caso de él estaba tomando pastillas para no comer, porque si se quitaba el traje podría contaminarse y llevarse las manos a la boca”, explicó la señora.
Verónica indicó que el médico no ha contado con el apoyo de las instituciones, pero sí de sus compañeros.
«Como lo quieren mucho se cooperaron y le compraron un medicamento, de las pruebas de los niños y mías fueron diez mil quinientos pesos porque obviamente estamos en riesgo latente y nosotros pagamos pruebas de tres mil quinientos pesos cada una”.
Actualmente están pagando una enfermera que lo asiste pues su esposa no puede hacerlo, porque hay peligro de contagio para sus hijos y los medicamentos que necesita el médico tienen un costo elevado, además del oxígeno que requiere.
Los gastos actualmente de esta familia para enfrentar al Covid 19 son de 40 mil pesos que han sido pagados con el sueldo del galeno.
“Él gana diez mil pesos a la quincena, pero se han ido en los medicamentos, oxígeno y demás; en estos dos meses todo el dinero se ha ido en la enfermedad”, aseguró Verónica.
El apoyo de los familiares ha sido nulo en este caso pues según considera, tienen temor a contagiarse y es por ello que ha recibido el apoyo de los Misioneros del Espíritu Santo, quienes incluso cuidan a sus dos hijos cuando ella tenía que salir al hospital o a realizar algún trámite.
“Estoy agradecida con ellos, pues los familiares tienen temor de contagiarse y los vecinos pues al enterarse que mi esposo tenía Covid nos comenzaron a señalar y a vernos mal”, relató la señora.
Por si todo esto no bastara, también enfrentan un problema con la casa en la que habitan que tiene muchas deficiencias, entre ellas presenta humedad, lo que en el estado del médico es riesgoso y presentaron una denuncia que no ha prosperado.
Y para rematar, la señora Verónica informó que a su esposo no le quieren pagar pues no están considerando como riesgo de trabajo el contagio.
«Me preguntan con qué paciente se contagió y que valorarán cuando termine su incapacidad de un mes si hubo riesgo de trabajo; luego de ahí le pagan retroactivo y por mientras, le dicen que no saben si se infectó en ese hospital o en otro y que no pueden darle el riesgo de trabajo”.
Y así enfrenta el médico su lenta recuperación esperando que las instituciones le respondan y puedan retribuirle los gastos que ha realizado, pero sobre todo que le reconozcan el valor ético de atender a pacientes con Covid 19 a costa de su salud y la de familia.