Invita IMSS a sumarse a la donación de órganos y tejidos en SLP
SAN LUIS POTOSÍ, SLP., 12 de septiembre 2020.- Con el aumento de personas que consumen cualquier tipo de droga incluyendo mujeres embarazadas, se comenzó a presentar lo que se describe clínicamente como el síndrome de abstinencia neonatal, descrito por la doctora Patricia del Carmen Blanco Jiménez -del Instituto Temazcalli, de San Luis Potosí- cuando un bebé se expone a sustancias de este tipo mientras está en el vientre de su madre, por lo que después del nacimiento, puede padecer este problema de salud.
El síndrome se caracteriza por mostrar irritabilidad del sistema nervioso central, signos de afección gastrointestinal, problemas respiratorios y síntomas neurovegetativos, debido a la exposición y consumo de sustancias durante la gestación.
«Los síntomas generalmente ocurren entre el primero y quinto día de vida, incluso existen algunas que generan síntomas varios meses después del nacimiento», explicó.
La especialista del Instituto Temazcalli añadió que el mayor riesgo que corre un recién nacido que presenta este cuadro clínico, está directamente relacionado con la cantidad de la sustancia usada por la madre durante el embarazo, donde a mayor dosis consumida el efecto de la abstinencia será más pronunciado.
«Los opioides son las principales drogas que generan este síndrome en el recién nacido, seguidos de la cocaína, la nicotina e incluso la marihuana, pero también puede presentarse con el uso de ciertos medicamentos psiquiátricos, como algunas clases de antidepresivos y antipsicóticos, los benzodiacepinas y la gabapentina», señaló.
Agregó que los síntomas están ligados al tipo de sustancia utilizada por la progenitora, la fecha de último consumo y la edad gestacional del bebé, recordando que no todos los recién nacidos tendrán la misma repercusión.
Blanco Jiménez precisó que los bebés con el síndrome de abstinencia, suelen sufrir temblores, un llanto excesivo con tono agudo, problemas para dormir, un tono muscular tenso, convulsiones, congestión nasal y estornudos, fallas en la alimentación y en la succión, vómito, diarrea, sudoración y fiebre, pero de todos ellos, “los tres más característicos son el tono muscular incrementado, los temblores y los reflejos exagerados, son una tríada característica».
SÍNTOMAS EN TRES GRUPOS
Todos los signos de la enfermedad están categorizados en tres grupos, los que corresponden a las manifestaciones neurológicas, gastrointestinales y las autonómicas/respiratorias, subrayó la especialista del Instituto Temazcalli.
«En el primer grupo encontramos irritabilidad, llanto agudo, dificultad para mantener la calma, problemas para dormir, el tono muscular y los reflejos aumentados, temblores y convulsiones.
“En las manifestaciones gastrointestinales se observa una pobre capacidad de alimentarse, regurgitación, vómito y diarrea, que pueden llevar a la pérdida de peso.
«En el último grupo, se incluyen cambios bruscos en los signos vitales, tendiendo a presentar taquicardia, aumento en la respiración, hipotermia o fiebre, sudoraciones, congestión nasal y estornudos; los síntomas de esta última agrupación son los que tienden a perdurar por más tiempo», detalló la doctora Blanco.
PREMATUROS, MÁS A SALVO
Sin embargo, los bebés prematuros pueden correr menos riesgo de padecer abstinencia o tal vez tener síntomas menos graves, también puede que se recuperen más rápidamente porque estuvieron menos expuestos a la sustancia que los bebés que nacen a término.
Cuando se detectan bebés con esta problemática los hospitales deben contar con el protocolo adecuado.
«Hay que iniciar con una detección oportuna de posible caso de abstinencia neonatal mediante una historia clínica materna adecuada, donde se incluyan los tipos de sustancias consumidas, su frecuencia y el tiempo de uso; en cuanto al bebé, la exploración física, la aplicación de ciertas escalas clínicas y la confirmación de la presencia de restos de alguna sustancia adictiva en los líquidos corporales, permite hacer el diagnóstico integral del paciente e iniciar el tratamiento oportuno y tempranamente».
Pero no todo termina ahí, porque de acuerdo con Patricia del Carmen Blanco, “el hijo de una madre con consumo de drogas deberá ser ingresado a las Unidades de Cuidado Intensivo Neonatal para vigilar la posible aparición del síndrome de abstinencia neonatal, mientras que el tratamiento dependerá de los síntomas, la edad y la salud general del bebé, pero, sobre todo, variará según la gravedad de la afección; existen métodos de tratamiento que requieren el uso de medicamentos y otros que utilizan técnicas de cuidado».
AFECTA EL CRECIMIENTO
La doctora especialista en temas de adicción y el síndrome de abstinencia neonatal, dijo que las consecuencias de este síndrome incluyen un pobre crecimiento en el vientre, defectos de nacimiento, así como la posibilidad de tener un parto prematuro, además que trae complicaciones propias de la abstinencia a la sustancia.
«Otros problemas que puede presentar el bebé en un futuro dependen del tipo de sustancia que la madre haya utilizado durante el embarazo, por ejemplo, con la heroína y otros opiáceos existe la posibilidad de presentar convulsiones en el primer año de vida; las anfetaminas pueden causar un bajo peso de nacimiento y nacimiento prematuro; la cocaína tiende a ocasionar un crecimiento deficiente, retrasos del desarrollo, discapacidades del aprendizaje y un menor coeficiente intelectual; mientras que utilizar marihuana provoca un menor peso de nacimiento».
Aun el consumo de sustancias legales durante la gestación tales como el alcohol, puede afectar y retrasar el crecimiento durante el embarazo y después, causar ciertos problemas de la cabeza y la cara, defectos cardíacos y problemas mentales.
La doctora Blanco Jiménez agregó que el consumo de cigarro genera que el bebé tenga un bajo peso al nacer, sea prematuro o nazca muerto.
CONTACTO
El Instituto Temazcalli tiene dos líneas telefónicas de apoyo que brindan información y ayuda: 444-812-6196 y 444-814-7680.
Quienes lo deseen, pueden acudir a Calzada Fray Diego de la Magdalena No. 106, colonia Industrial Aviación.
“La peor consecuencia del síndrome de abstinencia neonatal es el fallecimiento del recién nacido”
Patricia del Carmen Blanco Jiménez
Doctora del Instituto Temazcalli