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SAN LUIS POTOSÍ, SLP., 27 de junio de 2025.- Tras pasar 15 años en prisión por un delito que no cometió, San Juana Maldonado Amaya salió libre del centro penitenciario de El Xolol el 20 de junio de 2024, luego de que el Congreso del Estado le otorgó el indulto, hecho que conmovió a la ciudadanía y marcó la historia del estado, pues después de cuatro décadas, el Legislativo local volvía a otorgar un perdón, en esta ocasión, a San Juana.
A un año de recuperar su libertad, comparte la alegría de estar con su familia y la gratitud hacia quienes hicieron posible su liberación cuando aún le restaban 15 años más en prisión.
«Me siento muy contenta y muy agradecida con Dios y con todas las personas que hicieron posible este sueño, porque para mí era un sueño, con la misericordia de Dios estoy aquí con mi familia, con mis hijos, con mis amigos y con ganas de salir adelante y seguir echándole ganas».
San Juana, ahora tiene un puesto en el Centro de Justicia para Mujeres, en el área de empoderamiento, exhorta a las mujeres que están pasando por la misma situación en la que ella estuvo, a no dejar de confiar y no perder la esperanza, pero sobre todo a permitir que Dios sea el que guíe su camino.
«El gobierno del estado me dio la oportunidad de trabajar, estoy ayudando a más mujeres con cursos y talleres; ayudo a personas que han sido víctimas de violencia. A las mujeres, les digo que no desistan y que no dejen de confiar, porque Dios tiene planes perfectos, que a veces uno no los comprende, pero él es el dueño del pasado, del presente y del futuro».
Aunque la dicha y el gozo de haber regresado hace un año con su familia le brindó grandes satisfacciones, San Juana admite que el camino no ha sido fácil, pues las duras críticas y prejuicios de una sociedad que le juzga y le señala por haber sido una víctima más de un sistema de justicia viciado, le han acompañado en este año de libertad.
«Ha sido difícil, al saber que estuviste en prisión cierran su corazón y te ignoran y te juzgan».
San Juana nos comparte que actualmente está cursando la Licenciatura en Derecho, a fin de adquirir las herramientas y aprendizajes para poder ayudar a más mujeres en situación vulnerable.
«Quiero terminar mi carrera y seguir echándole ganas al trabajo, quiero seguir apoyando a más mujeres que igual que yo están en la misma situación».
Recordó que durante su estancia en prisión atravesó por una serie de obstáculos y dificultades, que en lapsos de vulnerabilidad lo único que le mantenía firme y de pie, era encontrar oportunidades para poder ayudar a su familia desde adentro.
«Estamos muy rezagadas en el aspecto académico, no hay trabajo; lo único que buscaba era trabajar, no hay fuente de ingresos, lo único que hay son las manualidades; yo hacía monitos de fomi, de eso me mantuve y traté de apoyar a mi familia». Aprendí a no confiar tanto, siempre he sido bien confiada; pero sigo creyendo en la amistad, en el amor y sigo creyendo en la familia».
Con un suspiro y un semblante lleno de nobleza, San Juana expresó que no guarda rencor, y que, por el contrario, perdona y desea el bien a quien en el 2009 le llevó a ser condenada injustamente.
Con la mirada puesta en el futuro, San Juana se prepara para concluir su carrera y continuar apoyando a las mujeres que enfrentan injusticias.
«Me gustaría tener mi carrera terminada y seguir preparándome, tener a mis hijos estudiando y seguir en el camino de seguir ayudando a las mujeres», agregó.