Entrega Alcalde Galindo pozo de 700 metros de profundidad
SAN LUIS POTOSÍ, SLP., 17 de agosto de 2018.- El cielo representa a la divinidad y para pedir algo a los dioses hay que estar cerca de ellos.
El propósito de la danza ritual de los Voladores de Papantla es suplicar a la deidad que haga caer la lluvia sobre los cultivos que sufren con la sequía.
Este rito ancestral, del México Prehispánico, no es una historia sepultada. Ha trascendido y sigue vivo, la podemos disfrutar en muchos espacios. En las ferias nacionales se mantiene un esfuerzo de los voladores por preservar su tradición.
En el desarrollo de la Feria Nacional Potosina se exhibe el ritual: Cinco danzantes escalan más de 22 metros de altura y se posan sobre un breve espacio cuadrangular de no más de dos por dos metros. Cada volador es un punto cardinal.
El caporal se coloca en medio, toca el tambor y la flauta; representa al centro de la tierra. El descenso de los voladores simboliza la caída de la lluvia, la respuesta de los dioses que han escuchado la plegaria.
Los coloridos trajes de manta de los danzantes hacen referencia al plumaje de las aves. Desde la creación del mundo el hombre sueña con volar. “Desde el cielo la vida se ve distinta, se mira mejor”, dice Gerardo García, uno de los voladores.
Gerardo y su familia vienen de Papantla, Veracruz. Integran un grupo entre primos y hermanos; padres e hijos. La tradición se hereda con mucho orgullo. Recorren de feria en feria y les va bien. Se ganan la vida preservando su tradición.
Por ejecutar el vuelo en el año 2009 su ritual fue proclamado Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad por la Unesco. Piden al público presente una cooperación voluntaria.
Aparte elaboran y venden artesanías en 150 pesos, nada comparado con el valor de una tradición con casi nulo apoyo, aun cuando representa las raíces de México y de América. Así, preservan una tradición milenaria.