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Trump, ¡uy que miedo!
La solicitud de licencia de la secretaria de Salud, Mónica Liliana Rangel Martínez causó mucho revuelo, no por inesperada, sino porque el manejo de la pandemia en San Luis Potosí dista mucho de estar bajo control y encima, todavía enfrenta una campaña de desprestigio por sus nada claros contratos de servicios en la dependencia estatal.
Pero el costo, a decir de la encuesta de Parametría que ella misma viralizó, no ha sido mucho, ya que según los resultados aparece en primer lugar entre las mujeres que pretenden competir vía Morena por la gubernatura.
Todavía es un misterio de dónde sacó la idea de ser gobernadora, porque parece tener muchos negativos en contra, pero por lo pronto demuestra que tiene los pies en la tierra y por eso, en vez de renunciar -como era la exigencia de sus opositores- solo pidió permiso, a ver si es chicle y pega para la candidatura.
Por su parte, la directora del Registro Civil, Lucía Lastras Martínez siguió el mismo camino, con ganas de ser la elegida del morenismo, así que desde ayer se volvió una de las cartas fuertes de los Macabeos del PRI, luego del estrepitoso fracaso de Juan Ramiro Robledo Ruiz, que se fue a su casa junto con los demás precandidatos del partido guinda, que los bateó.
La irrupción de la ex funcionaria del SAT, Paloma Rachel Aguilar Correa no cayó nada bien entre los morenistas porque, una vez más, fueron desdeñados desde el centro.
Ahora la diferencia, sin embargo, es que al parecer la orden viene desde el mismísimo Andrés Manuel López Obrador y por eso es que las voces en contra se acallaron, salvo las de otras aspirantes que no estuvieron de acuerdo en tener más competencia, sobre todo de una mujer que a todas luces ya tiene lista su agenda de campaña.
Haría bien la abogada potosina, sin embargo, en aclarar con documentos si, como afirma, no tiene a familiares en esa dependencia federal, ya que el propio Presidente dijo en una mañaneraa que la iba a investigar y que se sepa, la Secretaría de la Función Pública no la exoneró, porque quizás nunca ocurrió tal indagatoria.
Por si fuera poco, el área que manejaba Aguilar, la Administración General de Recursos y Servicios tiene tres denuncias ante el Ministerio Público federal por diversos ilícitos ligados a la corrupción. Y ojo, no se dice que ella esté involucrada, pero según la información entregada al Congreso de la Unión -vía el Informe Sobre la Situación Económica, las Finanzas Públicas y la Deuda Pública al Tercer Trimestre de 2020-, sí existe esa mancha sin limpiar.
El llamado que hizo el gobernador Juan Manuel Carreras López, el pasado sábado, puede interpretarse de varias maneras, pero la principal es que será como otro llamado a misa, porque el Ceepac ya cuenta con un protocolo sanitario electoral que solo hace recomendaciones y no cita ninguna sanción en caso de incumplimiento.
La situación es que el Covid 19 avanza sin parar, y a mayor velocidad en todo el estado, pero principalmente en la capital donde está la mayoría de los votantes.
Por eso es que la autoridad electoral pide privilegiar las herramientas digitales y llevar a cabo las medidas de prevención de todos sabidas: lavarse las manos, uso del gel antibacterial, guardar la sana distancia, tomar la temperatura y usar cubrebocas, principalmente.
El problema es que si no hay repercusiones, y así como está de caliente la búsqueda de los cargos públicos, será difícil que alguien siquiera lea el mentado protocolo, amén que el Congreso del Estado no quiso legislar al respecto y el propio Gobierno del Estado nunca hizo nada por ir más allá. Recuerden que en el amor, la guerra y las elecciones, todo se vale.