Llegará Estado de silencio a Netflix este jueves
Con el descarte electoral del delegado federal, Gabino Morales Mendoza, se abren las posibilidades de otros tiradores a la candidatura de Morena para la gubernatura en 2021.
Es muy sabido que, además de los cercanos lopezobradoristas, el notario Leonel Serrato Sánchez y el empresario Antonio Lorca Valle, existen otros pretendientes externos, como el magistrado Juan Ramiro Robledo Ruiz, el alcalde vallense Adrián Esper Cárdenas y el diputado federal del PVEM, Ricardo Gallardo Cardona.
Este último fue noticia ayer, al registrarse como el único precandidato del Verde a ese puesto, lo que demostró que él manda en ese partido y que todas las negociaciones político-electorales deberán pasar por su escritorio. Y esto incluye las alianzas y coaliciones.
Otro factor a favor de Gallardo es que al parecer cuenta con la venia del nuevo presidente nacional morenista, Mario Delgado Carrillo, con quien se vio en San Luis Potosí.
Sin embargo, si la negociación partidista con Morena no le resulta -como abanderado o que deba entregar sus votos como en San Lázaro-, Gallardo tendrá que meter el acelerador para ganar adeptos, porque tiene dos pendientes en la UIF de Santiago Nieto Castillo, quien al quedar fuera de la elección de Querétaro, se enfocará en ser el brazo ejecutor de la 4T para estas elecciones, en los casos que sean necesarios.
Los días pasan y la secretaria de Salud, Mónica Rangel Martínez, no logra sacudirse el fantasma de las cuentas chuecas en la administración de esa dependencia de Gobierno del Estado.
No pudo haber recibido peor noticia que los recientes señalamientos de la ASE, al ejercicio de los recursos públicos en 2019, lo que habla del desaseo administrativo que existe y que parece no tener fin.
La doctora, que lucía como un as bajo la manga durante los pininos de la pandemia en San Luis Potosí, poco a poco terminó como una carta abierta y mientras no pueda esclarecer su ejercicio, la mancha de la duda ahí seguirá. En otras palabras, sería como pasto seco para el fuego, en la etapa de precampañas que iniciará justo el martes de la próxima semana.
El PRI, en este momento, es el único partido que no ha quemado sus cartuchos -por decirlo así-, ya que tanto panistas, como morenistas y el verdeecologista único, han entrado en una fuerte zona de desgaste, a excepción de la propia Rangel, donde los adversarios han enfocado sus baterías.
En el PAN, la ruptura está casi garantizada.
Y no es que la foto del senador con licencia Marco Antonio Gama Basarte, y los diputados locales Sonia Mendoza Díaz y Rolando Hervert Lara, hayan causado conmoción, sino que parece ser el trío que tratará de reventar a Octavio Pedroza Gaitán y en su caso, al no-panista Xavier Nava Palacios, de resultar cualquiera de ellos elegido por la militancia.
Llama la atención lo empecinado que está Gama en extender la agonía de lo que será su derrota interna, ya que se le ven escasas posibilidades de ganar a mayoría de los siete mil votos que estarán en disputa. Mientras que los otros protagonistas de la selfie tampoco levantan ni el polvo, pero se volvieron sus aliados en el propósito de sacar raja a como dé lugar.
A esto habrá que sumar un factor externo: el PRD, cuyo presidente nacional Jesús Zambrano Grijalva ha dicho que se aliará con AN en algunos cargos, uno de los cuales sería la gubernatura, y la apuesta tendrá que ser ganadora.