
Los niños que fuimos
Como dicen que de lo bueno, poco, las señales políticas fueron muy poderosas en escasos tres minutos y sentaron las posibles bases para las elecciones de 2021.
El mensaje vino del presidente Andrés Manuel López Obrador, quien entró al Centro de Convenciones y lo esperaba una comitiva oficial de la Conago, pero también estuvo otra en paralelo, muy selecta, la envidia por muchos suspirantes a Gobernador.
Sorprendió sobremanera que en esa línea -hasta cierto punto lógica-, estuviera presente Juan Ramiro Robledo Ruiz, presidente del Tribunal Estatal de Justicia Administrativa, uno de los eternos aspirantes y posiblemente, lo acercó el gobernador Juan Manuel Carreras López. No se podría entender de otra manera, porque estaba como representante del Congreso del Estado, el presidente de la Directiva, Martín Juárez Córdova y también la presidenta del Supremo Tribunal de Justicia, Olga García López.
También se apareció en el lugar el alcalde Xavier Nava Palacios, por ser quien gobierna la capital -o al menos, ese fue el pretexto-, así como el secretario de Educación, Joel Ramírez Díaz. Sin olvidar la visita de Esteban Moctezuma Barragán, titular de la SEP.
Un poco de ese manto presidencial también le tocó al superdelegado Gabino Morales Mendoza, con operación discreta en esta ocasión, pero al final, fue el último que saludó López Obrador, a distancia, cuando partía hacia Zacatecas en su camioneta, en la lateral del Periférico.
Ahora, que empiecen los descartes…
Qué fuerte, pero el intenso partido Alianza Federalista contra Hugo López-Gatell, terminó con una sonora derrota para los primeros, además en terreno neutral, para que no digan.
Fue un verdadero y vergonzoso fracaso que hayan querido usar como moneda de cambio para dejarse querer, al famoso doctor, el hombre que más llamó la atención de los potosinos, luego de López Obrador.
Gatell 1, Federalistas 0, fue el marcador, pero en realidad perdieron por goleada, ya que a la hora de la verdad, no solo no pusieron el tema sobre la mesa, sino que López-Gatell les dijo que los quiere mucho y luego, a nivel nacional durante su conferencia, remató a gol con la lapidaria frase: «No hay motivo para que renuncie».
Y no renunció.
Venían por dinero, pero se fueron con las manos vacías y muchas promesas.
El que ahora, mes con mes, la 4T le vaya a entregar a los estados el dinero que por ley les corresponde, no puede intepretarse como el extra que pedían los gobernadores y principalmente, el reembolso de los gastos por el Covid 19.
En cuanto a la posibilidad de renovar el pacto fiscal tan anhelado, entrará en una larga etapa burocrática para discutir pros, contras, hacer las propuestas y luego llevarlo todo a la mesa del Presidente, quien con la mano en la cintura podrá meter el proyecto a la congeladora, porque viene 2021 y la mitad de los mandatarios ya será historia para ese entonces.
No cabe duda que quien ríe al último, ríe mejor o como dicen en el rancho: el que se enoja, pierde.