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SAN LUIS POTOSÍ, SLP., 17 de marzo de 2019.- Aprobado por el Papa Francisco, el próximo 04 de mayo, María Concepción Cabrera de Armida, “Conchita”, será beatificada en la Ciudad de México por la Iglesia católica, debido a un milagro atribuido a la intercesión de esta mística potosina.
Nacida el 08 de diciembre de 1862 en la capital del Estado, Conchita fue hija de Octaviano Cabrera Lacavex y Clara Arias Rivera, mientras que su niñez transcurrió de manera pacífica y sencilla, aunque famosa por las travesuras que cometía hacía sus hermanos.
A sus 21 años, firmó su compromiso con Francisco de Armida, con quien se casó en noviembre de 1884; de esta unión nacieron nueve hijos entre 1885 y 1899. Sin embargo, después de haber compartido 17 años juntos, su esposo falleció, por lo que Conchita se concentró en el apoyo y estudios de sus hijos.
Aunque nunca se entregó a la vida religiosa, si tenía una gran actividad en el ámbito, por lo que en 1895 fundó el Apostolado de la Cruz, con el objetivo de santificar los actos de la vida de las personas que se entregaban a servir en nombre de la fe.
Además del apostolado, Conchita inspiró otras cuatro obras de la Cruz: Religiosas de la Cruz del Sagrado Corazón de Jesús, fundado en 1897 en la Ciudad de México como un grupo contemplativo de derecho pontificio; la Alianza de Amor con el Sagrado Corazón de Jesús, de 1909 para los laicos que se esfuerzan por cultivar el espíritu de las Religiosas de la Cruz en el mundo.
Tres años después se crea la Fraternidad de Cristo Sacerdote, para tratar de reunir a los sacerdotes diocesanos que participan en esta obra. Por último, en 1914 se funda los Misioneros del Espíritu Santo, la congregación sacerdotal de mayor auge que tiene presencia en México, Estados Unidos, Colombia, Costa Rica, Chile, España e Italia.
Además de su presencia en estas obras, Conchita también se desarrolló como mística y para el final de su vida, dejó escrito 66 volúmenes manuscritos, sobre aspectos teológicos y espirituales; una obra tan amplia que puede compararse con la escrita por Santo Tomás de Aquino.
Falleció el 03 de marzo de 1937 en la Ciudad de México, a la edad de 75 años y sus restos descansan en la cripta del Templo San José del Altillo. Su proceso de beatificación en Roma inició 22 años después de sus muerte; en 1999 fue reconocida como venerable por el Papa Juan Pablo II.