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SAN LUIS POTOSÍ, SLP., 5 de septiembre 2020.- Carlos Aarón Reyes Gallifa se convirtió en el primer estudiante de la Universidad Autónoma de San Luis Potosí (UASLP) en titularse bajo el examen profesional de manera virtual debido a la contingencia por Covid 19.
El alumno obtuvo el grado de Licenciado de Antropología al abordar uno de los temas clásicos en la materia: la identidad.
Reyes Gallifa indicó que en su tesis Práctica y reconfiguración de identidades. Los migrantes Tének de la Huasteca Potosina en el área metropolitana de Monterrey, exploró cómo es que la identidad cultural de los tének experimenta cambios y reconfiguraciones para permitir su adaptación en el entorno urbano.
Señaló que en su investigación se identificaron dos momentos diferenciados en los que los migrantes tének se insertan en la vida de la sociedad, mediante diversas estrategias.
Como antecedentes, indicó que la migración indígena no tiene mucho tiempo de ser explorado, aunque la migración a Monterrey tiene por lo menos 100 años de historia, conformada principalmente por personas originarias de estados aledaños: Coahuila, San Luis Potosí y Tamaulipas.
No obstante, la migración indígena se ha visto marcada a partir de finales de la década de los ochenta, por lo que es un caso más reciente en el que se pueden observar diferencias importantes.
Explicó que grupos indígenas como los nahuas y tének, venidos de la región Huasteca de San Luis y del norte de Veracruz, viven de manera dispersa; mientras que grupos de mixtecos, zapotecos, otomíes y mazahuas viven en la ciudad de forma congregada.
Por lo que los tének al vivir de manera dispersa, recurren a diversas estrategias que les permiten introducirse a la ciudad de manera más fácil, basadas en la conformación de redes sociales.
Esto significa que en la medida de lo posible, dichas redes sociales les permiten continuar con sus prácticas culturales, ya que al estar en contacto con conocidos de su lugar de origen les permite seguir hablando su lengua, su comida, sus tradiciones, así como el pensamiento religioso y cosmogónico
«Difícilmente podemos hablar de una pérdida de identidad o una pérdida de cultura. Los tének conservan gran parte de sus modos de vida, de sus prácticas culturales; ellos incluso las manifiestan hacia el interior de sus propias familias nucleares», comentó Carlos Reyes.
Al practicar estos cambios en su identidad e incluso tener que ocultarlo, les permitan asentarse e introducirse en el mercado laboral, al relacionarse con personas que no pertenecen a su lugar de origen.
«Al arribar a la ciudad llegan con ciertos contactos, con información de conocidos que previamente estaban viviendo en la ciudad, y esto les permite moverse y encontrar oportunidades de empleo, principalmente al inicio, empleos de servicios», comentó.
EMPLEO DOMÉSTICO PARA MUJERES
En el caso de las mujeres tének, Reyes Gallifa señaló que ellas tienen un sesgo muy grande hacia el trabajo doméstico, a lo que se suma que la sociedad regiomontana busca, de manera predominante, a mujeres indígenas para realizar trabajos domésticos puertas adentro y que residen toda la semana en casa de sus empleadores. Mientras que a los hombres se les busca para trabajos como mozos.
Esto sucede principalmente en zonas del área metropolitana que tienen un alto nivel de poder adquisitivo, como en los municipios de San Pedro Garza García, Monterrey, Guadalupe y San Nicolás de los Garza.
No obstante, comentó que con el paso del tiempo los migrantes indígenas logran insertarse y, posteriormente, asentarse de forma adecuada. Por lo que eligen Monterrey al ser una ciudad que les ofrece mejores opciones de desarrollo personal, económico, académico e incluso lúdico.
Ante esta situación, Reyes Gallifa señaló que la ciudad se ha consolidado como un flujo migratorio que llega a parecer una costumbre.
«La cultura, la identidad, la forma de vida de una ciudad en particular como Monterrey se está volviendo importante para la migración. Ya no sólo se puede explicar mediante el factor de la pobreza, de la miseria y la búsqueda de la cobertura de necesidades; ese factor no se descarta (…), pero al explicar que también el motivo para migrar es de índole cultural, como la costumbre, como la idea de que existe un estilo de vida más abierto, la migración cobra matices, cambia», comentó.
Por lo que las personas se convierten en migrantes potenciales al tener la posibilidad de efectuar cambios de residencia, para buscar mejores oportunidades de vida, no sólo por el factor de la pobreza, sino también por los deseos de desarrollo personal. Lo que convierte a la migración en un fenómeno humano que va más allá del grupo social y cultural al que una persona pertenece.
MIGRANTE, ESTIGMATIZADO
Carlos Reyes comentó que la palabra migrante ha adquirido diversos estigmas sociales con el paso de los años, y que incluso llega a tener matices peyorativos en una ciudad como Monterrey, ya que al aparentar la idea del progreso y en crecimiento, por momentos desconoce e invisibiliza a otros grupos culturales, como a la poblaciones indígenas que todavía sufren diversas formas de discriminación o de segregación.
Por lo que señaló que su tesis se convierte en una reflexión sobre cómo a través de la cultura se practican nuevas formas de identidad para insertarse en la ciudad y, aunque no se pierde la cultura original, es necesario que esta cambie para que los migrantes tének puedan adaptarse a la sociedad regiomontana y busquen mejores oportunidades de desarrollo.
VA POR EL POSGRADO
Carlos Aarón Reyes Gallifa espera que con los resultados de tu tesis, y con el ánimo de su sínodo, continúe con su investigación en un posgrado del Colegio de San Luis (Colsan) para explorar más sobre la forma de asentamiento de los tének en Monterrey, así como los detalles relacionados a la importancia de la cultura tének cuando sus miembros se mudan a dicha ciudad.