
Antropología en la UASLP forma profesionales para entender raíz social
SAN LUIS POTOSÍ, SLP., 25 de abril de 2025.- La mañana de este sábado, falleció Don Luis Costanzo Palafox, reconocido empresario potosino y continuador del legado de la emblemática fábrica Chocolates Costanzo, una marca que ha endulzado generaciones en San Luis Potosí.
A través de las redes oficiales de la empresa, se dio a conocer la noticia: “En Fábrica de Chocolates y Dulces Costanzo compartimos con tristeza la partida de nuestro querido Don Luis Costanzo y nos unimos a la pena que embarga a su familia y seres queridos”, publicaron.
Su fallecimiento marca el fin de una era para una empresa que, desde hace casi un siglo, ha sido referente en la tradición gastronómica potosina.
La historia de Chocolates Costanzo inició en la década de 1930, cuando Don José Costanzo Navazzotti, inmigrante italiano con vasta experiencia en la elaboración de caramelos, fundó una dulcería en su domicilio de la calle Guerrero, en la capital potosina.
La aceptación del público permitió la expansión del negocio, primero con una tienda frente a la Plaza de Armas y, posteriormente, con la adquisición de una finca en la calle Galeana, donde instaló formalmente la fábrica.
Para 1946, la empresa contaba con 20 empleados, ocho máquinas trampadoras manuales y modernos métodos de conservación utilizando refrigeradores de lámina enfriados con hielo, un gran avance para la época.
Tras el fallecimiento de Don José, su esposa, María Palafox, y su hijo, Luis Costanzo Palafox, asumieron el liderazgo del negocio. Don Luis, con visión empresarial, consolidó la fábrica, manteniendo el compromiso con la calidad y la tradición, apoyándose en maquinaria importada desde Italia.
Bajo su dirección, Chocolates Costanzo se posicionó como símbolo de identidad y excelencia en San Luis Potosí y en varias regiones del país.
Don Luis Costanzo Palafox será recordado no solo como un empresario comprometido, sino como un pilar de la historia cultural y gastronómica potosina. Su legado seguirá vivo en cada pieza de chocolate que conserve el inconfundible sabor que marcó generaciones.