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SAN LUIS POTOSÍ, SLP., 30 de enero de 2019.- Para continuar con las actividades de la XXVIII Semana de la Facultad de Enfermería y Nutrición, “Actuar para vivir saludable-mente”, se llevó a cabo la conferencia “Aprendiendo contención en el paciente psiquiátrico”.
En esta charla impartida por el médico psiquiatra Alfonso Grageda Foyo, se les brindó a los alumnos de la Universidad Autónoma de San Luis Potosí (UASLP) información sobre las personas que sufren algún trastorno y/o enfermedad mental y como pueden actuar cuando algún paciente se torne violento.
El doctor Grageda Foyo comentó que estas platicas están encaminadas a crear sensibilización hacia aspectos psicológicos y psiquiátricos de personas que sufren una enfermedad médica, pues al cursar alteraciones psicológicas generan que la evolución de la enfermedad no sea adecuada o que el pronóstico sea pobre.
Es importante llevar estas charlas a jóvenes que están en formación, para que incorporen los conocimientos biológicos con los psicológicos para que los pacientes se vean beneficiados con métodos integrales.
El médico indicó que en años anteriores no se le daba la misma importancia a la salud mental y la salud médica, pues no existía la evidencia científica de los beneficios que implican el tratamiento integral a los pacientes, pues se tenía un enfoque biologicista. En la actualidad, la medicina involucra varias especialidades para ayudar al paciente de forma óptima.
Los profesionales de la salud deben ser muy observadores para poder identificar una conducta agresiva, empezando con notar cuando el paciente presenta una inquietud motriz, que comiencen a mover las piernas o sacudir los brazos; una inquietud mental donde la persona actúe de forma acelerada o hable de manera incongruente, en el que ambas derivan en una alteración en el estado mental.
Por lo tanto, es importante que los alumnos comiencen a aprender estas cuestiones para identificar como manejar al paciente que se torne agresivo.
Los pacientes agresivos también pueden tener un funcionamiento alucino-delirante, y la agresividad será desencadenada por una conducta mental de aspectos como la esquizofrenia o psicóticos, donde comenzará a escuchar voces que le indica que están en contra de él por lo que comenzará a actuar violentamente.
Agregó que es importante conocer lo que más se pueda de un paciente para poder entender lo que le sucede y no juzgar precipitadamente.
Es importante que los estudiantes conozcan que los trastornos psiquiátricos no son los únicos generadores de agresividad o violencia. Por ejemplo, los trastornos de estabilidad emocional, los antisociales de la personalidad, los límites de la personalidad, así como el narcisista.
Los aspectos neurológicos también pueden hacer que un paciente se torne violento, como la epilepsia, pues son alteraciones biológicas, fisiológicas y anatómicas del cerebro que llegan a afectar el lóbulo frontal y generar actos de impulsividad. Así como las enfermedades médicas, como el hipertiroidismo, pueden provocar agresividad como forma secundaria a una causa médica.
Los trastornos de personalidad son cuando un rasgo emerge sobre los otros y nos vuelve personas disfuncionales. Los relacionados a la agresividad son: el antisocial de la personalidad o socipatico, entendido como las personas que van en contra de las reglas sociales y el problema radica en su falta de empatía.
El trastorno borderline o límite de la personalidad, es aquel sufrido por personas a las que a una edad temprana vivieron situaciones traumáticas como el abandono de figuras parentales y que a lo largo de su vida viven con un vacío interior lo que provoca conductas desenfrenadas por la búsqueda de cariño o amor, como el “cutting” (cortarse alguna parte del cuerpo).
Por su parte, cuando una persona sufre del trastorno narcisista de la personalidad, actúa de manera desmedida y sin empatía cuando las cosas no resultan como lo planean.
Los trastornos mencionados son característicos psicológicos que hacen que una persona sea agresiva o violenta.
El doctor Grageda Foyo indicó que otro trastorno no tan conocido es el explosivo intermitente. Explicó que son las personas que no padecen trastornos psicóticos o de la personalidad, pero se caracterizan por tener una nula tolerancia a la frustración y cuando son agresivos no recuerdan sus acciones.
El consumo de sustancias también aumentan el riesgo de que un sujeto sea sumamente violento, como el alcohol, el tabaco y drogas; en el caso de ésta último, la cocaína provoca mayor agresividad y es sumamente cardio-tóxica.
Para manejar a una persona agresiva, los profesionales de la salud deben asegurar su entorno y ubicarse en el lugar y el tiempo, analizar cómo se pueden proteger de la persona sea cual sea el origen. Identificar cualquier objeto que puede ser un arma y evaluar al paciente, cómo es su conducta, rasgos faciales, movimiento abruptos, así como la respiración.
Les recordó que una persona agresiva sufre de manera psicológica o médica, por lo que es necesario aplicar la empatía como una herramienta fundamental. Ser oyentes activos, así como tener una actitud y lenguaje corporal en pro de ayudar a disminuir la agresividad; no confrontar al paciente y evitar el contacto visual.
Por último, comentó que es importante brindar psicoeducación una vez que se presentó un episodio violento para evitar que en un futuro surjan más.