Conmemoran a más de 7 mil cuidadoras en SLP
SAN LUIS POTOSÍ, SLP., 20 de octubre de 2018.- La caravana de migrantes hondureños que pretende cruzar la frontera entre Guatemala y México, para llegar a Estados Unidos, no tiene la intención de dañar a nadie, sin embargo, “nos hacen ver como perros”, deploró un joven hondureño quien pidió el anonimato, entrevistado este sábado en la Casa del Migrante “Mons. Luis Morales Reyes” en la capital potosina.
Reforzar con vallas de seguridad y elementos de la Policía Federal la frontera entre Guatemala y México, mencionó, “es una manera de atemorizarnos e incluso golpearnos”, añadió.
El joven señaló que la caravana se origina porque desde hace años la situación en su país no es buena y lo único que buscan como migrantes es mejorar las condiciones de vida, pues el presidente de la Republica de Honduras, Juan Orlando Hernández, solo hace creer que todo está bien o “crea cortinillas de humo”, como mencionó. “Yo siempre he dicho que cuando algo está mal el problema está en la cabeza y la cabeza en mi país es nuestro presidente”, precisó.
Con los ojos enrojecidos, dijo haber visto en imágenes el drama de los centroamericanos frenados en la frontera de México con Guatemala y que eso le parece muy triste.
Huir de la inseguridad también, señaló, es una de las razones por las que el pasado 13 de octubre cientos de centroamericanos emprendieron su caminar desde Honduras con destino a los Estados Unidos, lugar que los centroamericanos concebían como el “sueño americano”, el que han dejado de ver como un sueño y ahora consideran como una necesidad.
A su parecer el problema de sus compatriotas no radica en la decisión del presidente de Estados Unidos de Norteamérica, Donald Trump, sino en las decisiones y acciones adoptadas por Enrique Peña Nieto, presidente de México, para impedirles el cruce de Guatemala a territorio mexicano.
Sostuvo que en México es donde “tenemos el gran problema”, porque los centroamericanos pueden transitar por los países de esa zona sin ningún problema y al ingresar a territorio mexicano, además de correr el riesgo de ser victimas de grupos criminales, son vejados y mal tratados por los policías.