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SAN LUIS POTOSÍ, SLP., 7 de octubre de 2018.- La casa de los Coyotes, como es famosa entre el gremio de luchadores potosinos, se caracteriza por tener bajo su techo y en sus paredes testimonios de historias del pancracio local, que han marcado la vida de tres generaciones de la familia de la “Dinastía Azul”.
Ubicada en el Barrio de San Miguelito, los miembros de la casa de la familia “Azul”, como gustan que les llamen, comparten una única afición: La Lucha Libre.
El monarca de la familia, conocido en el barrio y en el ring como “Coyote Azul”, se dedica, además de la albañilería, a luchar en las arenas potosinas, junto a sus tres hijos “Coyote Azul Jr”, “Oro Azul” y “Rey Diamante”, quienes, guiados por su madre, han hecho de su morada, un santuario de historias admirado por muchos luchadores.
La colección consta de carteles, máscaras, fotografías, videos, cinturones y trofeos, que a lo largo de más de tres décadas sirven como testimonio de los logros y triunfos de los cuatro azules, para quienes el azul no sólo los identifica en las arenas, sino también en el color de su casa, vehículos y hasta objetos personales.
Todo esto se ha logrado gracias al apoyo y la unión familiar, pues en cada función se puede apreciar a doña Rocío Contreras, esposa del Coyote, que no se pierden ningún movimiento sobre el ring, para capturar en fotografía y video, los mejores momentos de cada lucha, ya sea en las arenas de San Luis Potosí, donde su cónyuge e hijos suelen presentarse.
Otra característica de esta familia es que al menos dos veces al año reunen a la comunidad de luchadores potosinos en su hogar, pues cada 24 de mayo ofrecen la exhibición de una lucha al aire libre con motivo de las fiestas patronales de María Auxiliadora, en el Barrio San Miguelito y la tradicional peregrinación que, a principios de diciembre, encamina a los feligreses amantes de la lona, a dar gracias al Santuario de Guadalupe.
Entre las anécdotas que más comparten en familia es que frecuentemente, luchadores que, por alguna razón, buscan algún recuerdo o material de lucha, acuden a la “casa de los coyotes” para preguntar si entre los recuerdos, hay alguna aparición de su personaje para conservarla.
Actualmente la familia continúa en la lucha libre y aseguran, estarán en este deporte hasta que la vida se los permita, para seguir construyendo este “santuario a la lucha libre” donde se respira el amor al ring.